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Un lugar pequeño, con un servicio muy bueno, la comida riquísima. No está donde están todo el bullicio así que es ideal para evitar esperas largas o demasiadas personas aglomeradas. Todo lo que pedimos estuvo muy rico ?
Comimos parrillada, nos trataron súper bien y de precio creo que bien teniendo en cuenta cantidad y calidad
Para servir un entrante tardaron más de media hora y después para el siguiente plato, una hora después, ya habíamos hecho la digestión. Optamos por irnos pendiente de recibir más platos. Pudo ser casualidad ya que el resto de mesas se les estaba sirviendo los platos continuamente
Era la segunda vez q iba , la primera muy bien pero está última fatal la comida Pedimos un menú de 35€ y el marisco mal, el bacalao fatal y la ternera pasable. El camarero no dejo de hablar en toda la comida , no le entendíamos nada y resultó algo pesado No volveremos
Mal es poco, peor. Raciones pequeñas, hablo en concreto del pulpo a Feira, estamos en la tierra por excelencia de dicho plato. Pulpo frío, escaso y con un cachelo, si uno solo y pequeño, además duro. Los postres fatal, he mirado en otras opiniones y recomiendan el arroz con leche, pues lo pedí y si te gusta sin su punto de cocion, es decir, arroz duro y la leche nada cremosa, este será tú postre, a mi personalmente, así no me gusta. Por otra parte el personal muy atento.
Menú del día 14€ De primero, o croquetas de jamón o sopa de fideos. De segundo, o macarrones con atún, o espaguetis con carbonara. Raciones pequeñas, las croquetas sosas y sin condimento, la pasta tan cocida que parecía una argamasa y la carbonara era crema de leche con trocitos de bacon. Lo mejor el pan y el vino, por decir algo bueno. El camarero muy amable eso sí.
El camarero nos dijo que el menú que tenía en la pizarra de la calle que no sabía lo que era y que no lo tenía. Escogimos otro menú , que más tarde nos dijo que tampoco tenía los segundos y nos ofreció otros platos. Cuando volvió de cocina nos dijo que esos platos no nos lo podía ofrecer por que eran más caros que el menú. Al final tuvimos que comer lo que quiso el camarero y no lo que queríamos nosotros. Lo único bueno, el trato del camarero, todo hay que decirlo. Le aconsejaría que si no sabe aceptar malos comentarios que intentase mejorar sus servicios o dedicarse a otra cosa.
Fuimos en familia y no tuvimos para nada una buena experiencia, eramos 5 personas y pedimos 4 platos, primero nos trajeron uno de los entrantes pero estuvimos esperando 1 hora para que nos trajeran lo siguiente, como comprenderán eso no es normal y más cuando no nos dan ninguna solución, ni disculpa ni saben salir del paso al haber hecho esperar por 1 plato 1 hora, la organización NEFASTA. Lo único que hicieron fue traernos un plato de croquetas sin preguntarnos si nos gustaban o nos apetecian y eso fue porque se confundieron y lo pusieron de más en una mesa cosa que tampoco es normal. Veíamos gente entrar a sentarse en mesas y les servían antes que a nosotros, con lo cual decidimos pedir la cuenta para irnos y que casualidad que llegó el plato por el que estabamos esperando, lo comimos por no hacer el feo pero inmediatamente nos levantamos y pedimos la cuenta. Nos llevamos una gran decepción, espero que lo tengan en cuenta y mejoren la organización y el tiempo para que no le pase a nadie mas porque no es nada agradable. Gracias.