Bar restaurante con platos de marisco clásicos. Contundentes platos tradicionales de marisco, carne y queso en un bar restaurante informal.
Muy buena atención, y el menú del día muy bien en la relación calidad/precio. Los postres caseros muy muy buenos. No le pongo 5 estrellas, entre otras cosas, por qué de los primeros tenían agotados dos de tres, justo los que íbamos a pedir. Es cierto que fuimos algo tarde a comer. El local no es ninguna maravilla pero es cómodo y espacioso, al menos la parte de abajo, donde comimos. Por ubicación es una muy buena opción al estar cerca de las playas de San Lorenzo y Poniente. Repetiríamos, sobretodo por la perfecta atención.
Fue toda una suerte encontrar este lugar, una delicia sin lugar a dudas. Quedamos maravillados en especial con la cazuela de merluza a la asturiana. No solo se ve la calidad del producto sino los años de experiencia detrás. Atención excelente. ¡Muy recomendable!
Un trato inmejorable y la comida de 10. El camarero que nos atendió fue muy amable y nos recomendó los chipirones que no pudieron gustarnos más. También decidimos probar el típico cachopo y en este sitio lo hacen de maravilla, estaba buenísimo. En la foto aparece ya cortado, no nos dio tiempo a hacer la foto antes. Recomendable al 100%
Muy buen servicio y la comida espectacular!!!! El pulpo en su punto y los mejillones con un sabor increíble que no les hacía falta nada más. Para repetir y aconsejar.
Un sitio maravilloso; llegamos sin reserva, y aún así nos hicieron un hueco. Al ser celiaca, me explicaron toda la adaptación de carta sin gluten, una maravilla; Pedimos media de rabas y cachopo para compartir…¡se deshacía en la boca! Sitio para repetir mil y una vez ?
Nos gustó mucho el restaurante. El producto supo muy bien y la atención del personal fue atenta. Comimos un ensalada, pulpo y chipirones y todo estaba muy rico. Quizás el plato de chipirones podría ir acompañado con algo más. Volveremos seguro!!
Maravillosa comida compuesta por varios productos típicos de Asturias: zamburiñas, oricios y bocartes fritos para compartir y una fabada. De postre, leche frita. Todo excelente, al igual que la atención. Con una botella de blanco, 32 euros por persona. Para volver muchas veces.
Lo descubrimos el 1er dia y hemos vuelto todos los dias.. el personal es eficiente y encantador, sobre todo Josua y Bernabé, la comida riquisima y a la vez ligera, el menú del día perfecto, la fabada sabrosa con unas fabes que se derriten en la boca y los postres todos caseros. Y el ambiente acogedor y luminoso. Qué más se puede pedir..