-
La atención, a pesar de que las chicas estaban a tope, fue buena en todo momento. La comida, genial y a buen precio. La decoración y la música, acorde. Aunque confieso que tenía mis reservas porque odio el queso, volveremos, seguro... y ya sabemos lo que vamos a pedir.
Personal muy amable. El trato fue bueno. Precios económicos y calidad en la comida. Lasaña vegetal está riquísima y los nachos su especialidad. Sitio acogedor y limpio, con música ambiente.
Me gustó mucho el lugar, fuimos a cenar y la verdad que muy bien. La camarera muy profesional, nos trató muy bien y la verdad que hubo muy buen feeling. La comida muy buena, me gusto la carta, no es extensa, pero lo que hacen, lo hacen muy bien que es lo que cuenta. Bocatas, hamburguesas, ensaladas.... hay de todo. El único pego es que tardaron mucho en traernos los segundos, pero bueno, una velada excepcional, en un ambiente muy bueno que recomiendo totalmente. Volveremos seguro.
Sitio muy concurrido viernes noche sobre las 10. Encontramos mesa de milagro, se aconseja reservar. Comida informal con platos típicos de Hispanoamérica. Buenos precios y buena atención. Servicio rápido para estar tan concurrido.
Correcto. Local bonito, comida rica, precios razonable y personal amable pero fue incómodo tener que cenar en mesas altas, porque no tienen otra opción, y fueron algo lentos en servir. Estaban saturados.
No valoro los platos porque no llegamos a comer. Éramos un grupo de 7 personas, pedimos unas consumiciones alrededor de una pequeña mesita alta. Nos sirvieron y a los dos minutos nos pidieron dejar la mesa libre porque estaba reservada para cenar. Engaño a propósito para ganar unos pocos euros. Lamentable. El sitio es pequeño, bonito, pero mesas altas e incómodas. Dueño de educación lamentable y ética dudosa. Camareros amables.
Fuimos a cenar, pedimos unos tequeños y 2 tacos (que no son tacos realmente sino burritos), muy rico todo, pero.... Teníamos reserva, el local no estaba muy lleno, aun así nos estaban echando desde el minuto 1 casi, querían quitar el plato y ni siquiera había terminado. Cuando ya decidimos marcharnos porque estábamos incómodos con la situación, la camarera me empuja para limpiar la mesa... muy mal, para no volver.
El jueves cena en el BOTANIC con unos amigos, la velada fue increíble, buena comida, mejor atención y buen ambiente. Todo hubiera sido maravilloso de no ser por un señor que se dedicò a insultar y montar bronca, todo por no haber pedido reserva y pensar que eran ellos los reyes majos. La falta de respeto de esta persona pudo haber destrozado toda la noche a los clientes, así como a los trabajadores, pero por suerte la profesionalidad del personal quiso que todo saliera a las mil maravillas