Caluana

La sala principal es impresionante, ha hecho un gran trabajo con las reforma, la de arriba no esta mal pero queda eclipsada en comparación. La comida es sustanciosa y a diferenencia de otros lugares del estilo, las porciones de los platos son contundentes. En general todo los platos estaban ricos. El servicio es agradable, aunque insisten demasiado en que pidas rápido para despejar la mesa lo antes posible. Un lugar más que recomendado para un cena especial. Buena calidad precio.

Restaurante con encanto en pleno centro de Madrid. Los platos son abundantes, de sabor intenso, y están bien presentados. Aunque los segundos se han demorado un poco. El pan son 2€, y aunque viene dicho al final de la carta, creo que es más elegante incrementarlo directamente. Buena atención de los camareros. Se recomienda reservar en fin de semana.

Sitio muy bonito y agradable. Está en una antigua capilla. Los camareros son muy amables. Lo único que es caro para la carta que tienen, rica pero escasa. Las croquetas de tortilla son curiosas, aunque de las 4 que pedimos, 2 venían poco hechas (y estaban muy buenas) y otras 2 muy hechas (y no tenían la misma gracia). No pedimos postre porque no nos llamaron mucho la atención y habíamos leído reseñas de que no merecían la pena, así que no puedo opinar.

Restaurante con encanto y con mucha historia. Me encantaba la capilla de la bolsa y me sorprendió mucho el hortera aunque no le veía mucho sentido. Caluana se tranquiliza, a mi gusto un poco demasiado pero merece una visita, aunque sea para tomar un cocktail y visitar el sitio Comida mejorable pero con una calidad precio muy correcta por el sitio. La calidad de la experiencia puede variar mucho en función de la ubicación, pedir al ser posible estar en la sala principal. Perfecto para una cita romántica o una cena entre amigos

Un sitio de 10: el personal, el ambiente y la comida son maravillosos. Desde que entramos el trato del personal no pudo ser mejor. Agradables, atentos y con rapidez. Todos los espacios del restaurante están muy cuidados y han respetado mucho la bóveda de la sala principal. No es la primera vez que voy a este espacio, y de todos los restaurantes que han pasado por este lugar, creo que Caluana es el que ha sacado mejor partido al espacio. Posee un ambiente romántico pero que también es apropiado para ir con amigos. El espectáculo ameniza la cena sin llegar a ser incómodo. En cuanto a la comida, excelente variedad y relación calidad-precio. Las raciones no son especialmente grandes, pero con un entrante, dos platos y un postre para dos personas está perfecto. Sitio imprescindible en Madrid! Deseando repetir!

Restaurante con encanto en el centro de Madrid. Fuimos un grupo de amigos, y pedimos diferentes platos para compartir y después un plato para cada uno. La valoración general es muy positiva (elaboración, cantidades y calidad de los productos). Destacar el trato por el personal, que nos supo aconsejar a la hora de tomar las decisiones, sobre todo para pedir los postres y no terminar dejando la mitad en los platos, algo que valoramos muy positivamente. Punto a mejorar, la tarta de queso, demasiado compacta para mi gusto.

Es un sitio mágico y con mucho encanto, a parte de que cada detalle está cuidado al milímetro. La comida estaba deliciosa, y la presentación de los platos muy bonita. Me gustaría destacar la maravillosa atención de todo el personal, pero en especial la de Gio, ya que hizo de nuestra velada una experiencia maravillosa con su amabilidad y atención. Volveré 100%

Conocimos el restaurante a través de redes sociales y vinieron unos amigos y reservamos para comer cuatro adultos y una niña de 2 años. La atención fue excelente, nos sentamos en la planta baja y pedimos si fuera posible en la parte de arriba y sin ningún tipo de problemas nos cambiaron. La comida que pedimos estaba tremendamente buena. Las croquetas, las alcachofas, el tartar, el arroz, el pescado, la carne y la lasaña muy muy buenos. Y el postre más de lo mismo, la tara de queso no puede faltar. Muy muy rica. Lo recomiendo para que vayáis y probéis cosas distintas.