Restaurante italiano con horno de leña. Pizzas y platos italianos en restaurante con horno de leña y arquería de ladrillo con servicio a domicilio.
El sitio es muy acogedor y bonito. El servicio muy simpático y atento. La comida de todo lo que se pidió todo estaba rico, con raciones más bien abundantes que escasas. La única pega que le puedo poner a este restaurante es el tema del precio, un poco alto para lo que es el tipo de comida que se come, y el postre también me parece caro. Un sitio para repetir pero no para ir cada poco precisamente, ocasiones especiales o algún día que quieras darte un capricho por un buen plato de pasta.
De reciente inauguración, la nueva gestión mantiene la auténtica comida italiana. Platos variados, con buena presentación, y deliciosos. El camarero nos recomendó en todo momento. Servicio rápido. El ambiente del local es agradable por las vistas que ofrece el comedor y la cantidad de luz natural que entra.
Me decepcionó la preparación de los platos. El antipasto (entremeses italianos) de lo más común mortadela básica, quesos más bien escasos.. etc.l os platos de pasta mal elaborados. Parece que tienen la pasta ya preparada y la salsa por otro lado y a la hora de servir lo mezclan y ya está... en fin ..lo único que puedo salvar son los mejillones. Buena calidad y una salsa ?.
Mirando los comentarios la verdad que no sabía que esperarme (algo malo eso seguro), y la verdad que… para nada. El camarero, Paco, es al primero que me gustaría reseñar porque fue encantador y super atento todo el rato. La comida muy rica también la verdad. Nos tocó en el sótano y había leído un comentario de que era mal sitio, pero sinceramente me pareció precioso, muy bonita la decoración. Habrá que volver. Tal vez un poco caro comparando con el vesuvio pero a ver es que es otro concepto.
Sitio con camareros muy atentos y simpáticos, maravillosa decoración y vistas del muelle para comer. La comida con un precio muy razonable y muy buena presentación. Recomendado.
Fui con mis amigas a estrenar este nuevo restaurante que se ha puesto tan de moda. Fuimos un viernes al mediodía y nada más entrar nos miramos las unas a las otras asombradas porque había tal barullo que parecía un chigre en pleno sábado a a las 11 de la noche, apenas podíamos escuchar nuestras propias voces estando pegadas unas a otras. Las mesas están bastante juntas por lo que el espacio está aprovechado al máximo posible y por ello el ruido era ensordecedor en plena hora punta. Pedí para comer una pasta carbonara y de verdad que creí que les había caído el salero encima porque estaba super salado... No lo reclamé porque no empezamos a comer hasta las 16 horas (teníamos la reserva a las 15.30 horas) y tenía miedo de que si me llevaban el plato ya no me daría tiempo a comer. Además de mi pasta probé la pizza carbonara de mi amiga, pero no me dio más para nada. El precio de los postres me pareció desmesurado incluso para lo caros que suelen estar los postres en general a día de hoy... La verdad es que me llevé una buena decepción y no repetiría...
El restaurante, muy amplio, con una atención del personal impecable y buen trato. La pizza margarita, de las mejores que he probado, ha ganado un premio a la 2ª mejor pizza de Asturias en 2019. No se han equivocado. Si juntamos todo esto con un buen precio, se trata de un lugar muy recomendable
Caro para la comida que dan. La pasta insípida, las salsas son aguachirri. La pizza estaba muy buena, aunq creo q cara para la cantidad, pero buena d sabor. El servicio muy bueno y el local precioso. Les daré otra oportunidad en un tiempo a ver.