Restaurante gallego especializado en mariscos. Antiguo restaurante gallego que sirve langostinos y langosta fresca en un majestuoso comedor.
Uno de los restaurantes clásicos en pleno centro de Madrid. Aunque las instalaciones ya están un poco antiguas, respiran una atmósfera muy tradicional. Platos gallegos con especial cuidado en los pescados y los mariscos. Es mejor dejarse aconsejar por lo que está más fresco cada día. Las almejas gordas y las zamburiñas estaban espectaculares. Y las dos empanadas también merecen mucho la pena. Pescados o carnes para no equivocarse. Y de postres muy variados, recomendables las filloas o la tarta de Santiago. El precio es alto, pero en línea con la calidad del producto. Han cambiado a los antiguos camareros pero el servicio sigue siendo muy bueno.
Toda la comida estaba espectacular. El trato por el personal fue muy bueno, atentos a cada detalle. Con ganas de probar más platos de la carta.
Un lugar extremadamente recomendable. El ambiente cálido, los platillos deliciosos (Si te gusta el arroz, te recomiendo el arroz caldoso) y la atención en el bar de Galo, es extraordinaria! Pasamos un almuerzo maravilloso.
fuimos a cenar mi padre yo nos pedimos media docena de ostras que eran grandes y jugosas muy buenas. Media docena de veiras a la plancha buenísimas. 200 g de percebes para mi gusto demasiado insípidos. Pulpo a la gallega a la brasa buenísimo me encanto. Y un arroz con carabineros estaba delicioso Top 10. Lo recomiendo me encantó el servicio muy bueno y de precio ya sabéis que el marisco es caro de beber agua y vino blanco
Comida y lugar estupendo, tal vez alguna racion escasa para lo q se paga. En general muy bien y buen servicio, atentos.
No soy mucho de bajar al centro de Madrid pero este restaurante merece una visita y porsupuesto repetir! De los entrantes destacar la sorpresa de la ensalada de melón con salmón marinado una delicia (el salmón extraordinario), de principal el lenguado frito para dos....sin palabras y filloas rellenas de crema pastelera de postre.
Restaurante gallego de gran calidad, la atención por parte de los camareros es excelente, y en lo que respecta a la comida está todo muy bueno. A destacar entre otros; las ostras, el arroz con carabineros y las zamburiñas. Pero en general, todo estaba muy rico sin duda alguna. Volveremos a ir lo antes posible.
Comí un pulpo a la gallega con una jarra de agua y un tiramisú de postre. El pulpo estaba muy bien cocinado y tenía un gran sabor. Luego el tiramisú era suave, pero delicioso. Todo eso por aproximadamente 34 euros. Es algo caro, pero vale la pena si vas a comer un pulpo a la gallega, es muy rico.