Lugar italiano especializado en pinsas. Restaurante cálido con paredes de piedra en el que se sirven pinsas clásicas italianas, pastas, lasañas y postres caseros.
Un lugar estupendo para cenar algo en Bilbao. El trato fue genial. La comida excepcional. Nos ha gustado mucho este sitio. Totalmente recomendable. La tarta de queso caliente y la carne la dejabas tú mismo al punto que querías. La ensalada parecía bastante sencilla, pero la cebolla estaba riquísima. Se nota la gran calidad de la materia prima del producto
Italiano muy bueno en Bilbao, bastante céntrico además. Pedimos pasta con carbonara y estaba deliciosa. No lleva nata, ya que su receta original italiana no la lleva y estaba muy buena. Las pizzas muy ricas, con bastante cantidad y la masa normal. Atención rápida y camareros atentos.
Local no muy grande, pero muy acogedor y con mucho gusto por los detalles. El personal muy amable y agradable, y la comida genial, nos pusieron un pequeño aperitivo por parte de la casa y el pan era focaccia recién horneada, brutal. La pizzas riquísimas, la masa crujiente y ligera, y los ingredientes tenían mucho sabor, además el tiramisú se notaba que era casero, muy suave.
Hemos estado 4 personas cenando un martes con reserva. Una atención muy buena. Hemos cenado tres pinsas Aiala, iliana y Chiara, la que más nos ha gustado Iliana. Luego un par de postres y la bebida. 15 euros por persona. Muy buena atención y muy buena calidad relación calidad precio. Para volver
Italiano top en Bilbao. Todo es de sobresaliente. De los entrantes destacaría la burrata, y las pinsas, con su masa fina y crujiente y unos ingredientes de calidad, están impresionantes. El tiramisú de postre también es de nota alta. El servicio es majísimo y el local por dentro además está decorado con mucho encanto. De esos sitios de los que sales con una sonrisa. No es la primera vez que voy ni desde luego será la última.
Estábamos de paso y hemos elegido este y ha sido brutal, 100% recomendable. La atención ha sido muy bueno, nos hemos fiado de las recomendaciones del camarero y ha sido un acierto. La ensalada de burrata espectacular. La pinsa tb. Y el tiramisú con el sabor justo a café, con dos capas abundantes de crema. Acompañado de un spritz, típico italiano. Hemos pedido un vaso de agua y nos han puesto una jarra, punto a favor tb. Merece mucho la pena venir. Tb tienen para llevar y la entrada es diferente, con lo que el local no tiene la aglomeración de gente que recoge los pedidos.
Nos hicieron hueco a pesar de llegar tarde y sin reserva. Y menos mal, porque comimos de maravilla. De aperitivo un poco de Coppa cortesía de la casa. Luego probamos la porchetta: de las mejores que he probado, cocinada a la perfección y muy bien sazonada. La pasta carbonara es, efectivamente, muy auténtica y golosa. Ojo que puede resultar un plazo pesado, mejor para compartir. Las pinsas tienen una masa riquísima y los “toppings” son de buena calidad y muy abundantes. El local es bastante curioso y aunque un poco apretado en general agradable, había muchos niños así que es perfecto para ir en familia también. Servicio muy amable y bastante eficaz. Además se nos olvidó un bolso allí e hicieron lo posible por contactar con nosotros y lo custodiaron el tiempo que fue necesario hasta eje pudimos volver a por él. Calidad precio imbatibles en una zona que cada día es más cara. Volveremos sin ninguna duda.
Muy buena experiencia, camareros/as muy simpáticos y muy acogedor. Nosotros fuimos con reserva. Pedimos una lasaña para compartir y dos pinsas y no nos pudimos acabar todo