Bocadillos de calamares en local animado. Cañas y bocatas de calamares en un concurrido bar de toda la vida con mosaicos castizos y extensa terraza.
Me molesta mucho poner este tipo de reseñas, pero me veo obligado a ello por hecho de avisar a futuros clientes y que no sientan lo que yo sentí cuando vi la cuenta. 7,75€ por un tinto de verano (por cierto, de baja calidad) y un doble de cerveza. Ni si quiera unas patatas fritas para acompañar la bebida. Para no volver.
Buscar alternativas es una muy buena idea. Se cumple la teoría de que, como el local esta situado en un sitio que garantiza la clientela, no hace falta esforzarse en mas. Hay múltiples alternativas en la zona que lo superan en mucho, la terraza en la plaza no lo es todo. Camareros que tardan mucho en atender, sin ganas de prestar atención al cliente. Pedimos unos bocadillos de calamares que no estaban buenos y los devolvimos, una racion pequeña de ensaladilla y no quisimos pedir mas. Nos cobraron uno de los bocadillos porque lo habiamos probado.
El lugar no es barato pero la comida esta bastante bien; Probamos lo más tipico: callos, croquetas y la tortilla, jugosa como ella sola. Las vistas y ubicación inmejorable Un diez a nuestro camarero LUIS que nos trató como reyes.
Servicio rapido. Comida buena salvo los boquerones al vinagre bastante acidos para mi gusto Solicitamos tapas y nos sirvieron raciones. Calamares bien fritos. Tortilla excelente. Ensaladilla muy buena Cerveza cara -a 6 euros- la jarra. Excelente ambiente y buena temperatura en la terraza. Aceitunas de no buena calidad.
Sabrosiki Bocata de CALAMACA mais el refresco, y a un buén precio, más la gran ubicación del LOCAL. El camarero que nos atendió parecía Flash, de lo rápido que iba, Madre mía, aparte de que era muy MAJETE....
Local con una terraza exterior en una de las esquinas de la Plaza Mayor, está bien para hacer unas cañas y picar algo, aunque no es barato. Pedimos unos bocatas además de las bebidas y no nos obsequiaron con una tapa. El camarero que nos atendió fue correcto aunque tuvo que venir otra vez porque no se acordaba de lo que le habíamos pedido.
Siempre qué vengo a Madrid centro ya es tradición desde pequeño tomar un bocadillo de calamares y llevamos casi 30 años haciéndolo aquí. Los calamares están muy ricos, aunque es verdad que el pan seria mejorable hay veces que parece chicle, también siempre degustamos las patatas con torreznos qué están exquisitos. En la terraza se está muy bien. Lo qué si qué es verdad qué el precio es algo elevado, está última vez por 2 bocadillos de calamares, 1 de patatas con torreznos, 3 coca colas zero y 2 cafés sólo con hielo 31,50€.
Quien quiere comida basura rápida, cuando puedes tomarte el típico bocata de calamares servido igual de rápido no hay color Lo de siempre sigue siendo magnífico