Restaurante mediterráneo e internacional. Hamburguesas, tapas y platos de influencia internacional, como pad thai y tacos, en un restaurante amplio de aire industrial chic.
La comida es variada y está deliciosa. Cuenta con un gran comedor y las instalaciones están decoradas con mucho estilo. Nosotros pedimos de entrante Pulpo, platos principales: arroz meloso picante con gambas y tallarines a la carbonara. Finalmente de postre, Torrija (muy recomendable).
El ambiente y la decoración del restaurante es increíble. La comida estaba muy buena y la cantidad era considerable, teniendo en cuenta que el precio que es totalmente asequible. La atención y el servicio por parte del personal muy correcta. Lo recomiendo!
El restaurante es muy amplio con una bonita decoración y limpio, el servicio fue muy atento, nos atendieron muy rápidos y fueron muy amables, los platos estaban muy calientes y bien de sabor y de cantidad. A los tallarines les hubiera dado un poquito de sal pero estaban buenos. El precio de tres platos dos cafes un agua y un nestea fueron 50€.
Excelente. Decoración bintage, moderna y original, engaña con respecto a su exterior poco llamativo;trato perfecto y rápido pendiente de los comensales y, la comida para cuatro todos los platos q tomamos muy bien preparados y cada uno con su punto perfecto y original, precio calidad correcto
Estuvimos comiendo ayer. El servicio es de 10, a destacar el de Madi. Pedimos unas croquetas, que estaban buenísimas y una tortilla con jamón ibérico por encima. También pedimos una hamburguesa ibérica con huevo frito por encima y una lasaña, muy rico todo. El vino muy bueno. Volveré.
Un sitio con una decoración moderna e industrial. Carta variada y comida aceptable. Algunos platos más ricos que otros...como entrante la parmiggiana (berenjena gratinada) muy sabrosa al igual que los chipirones crujientes. Los postres ricos, ricos! El personal muy agradable.
Los camareros muy majos, el entorno acogedor. Los precios caros, las raciones escasas y la comida de una calidad bastante pobre... La verdad es que nos dejó bastante que desear a todos los que éramos, y pedimos muchos platos diferentes.
Local precioso, con una estética entre industrial y clásica, muy bien decorado. Sólo había dos camareros para todo el restaurante y se les veía un tanto agobiados. La cantidad en los entrantes nos ha parecido algo escasa, pedimos dos entrantes para 3 personas, Hummus de berenjena frita y verduras a la plancha sobre crema de Idiazabal (que no se veía demasiado). El plato principal, risotto de hongos con espárragos trigueros, la cantidad era adecuada y el sabor también, aunque llega un punto que empacha un poco. De postre pedimos tarta de mascarpone frutos rojos, la cantidad bastante maja y la presentación de 10! Considero que podría volver, la carta es muy extensa y el local es agradable, aunque probaría otras cosas de la carta.