DIREKTE

Menú Boqueria muy interesante 10 platos + 2 postres, buena composición y mezcla de sabores. Música para el estómago y el oído (muy buen hilo musical en la zona de barra). Servicio muy atento y ver trabajar al equipo y chef toda una experiencia!! Aconsejo reservar en barra, para verles trabajar! Un placer.

Restaurante muy pequeño pero con un gran encanto. Tienen apenas 3 mesas fuera y una barra dentro. Nostros realizamos en el Boqueria, que consta de unos 10 platos por 68€. La verdad los platos son muy buenos, aunque creo que algunos tiene sabores y texturas muy similares entre ellos. Es una fusión de comida catalana con asiatica. Usan muchos productos de proximidad. En la carta de vinos, puedes encontrar muchas DO de Cataluña. Restaurante muy recomenable donde encuentras a camaros y chefs con muchas ganas de mejorar.

Tercera visita del restaurante que me hace reconfirmar que si Direkte no tiene estrella michelin es por el tipo de local, porque respecto la calidad y la ejecución de los platos es impecable. No obstante, mis platos favoritos continúan siendo los que ya estaban en el menú del año pasado, estando las nuevas ejecuciones un poquito por debajo. Pero continúa siendo un 10/10!!

Vaya locurote. Experiencia excepcional. Un pequeño gran restaurante. Platos muy fresquitos, súper cuidados y estar en la barra observando el proceso de cada plato es algo que me encanta. Arnau y compañía majisimos y atentos. Volveremos sin duda.

Si vamos a hablar de comida le pongo 5*. Un menú creativo, con productos de proximidad y de temporada( fue el último día que uno de los platos se hacía con erizo de mar). Platos con elementos comunes que eran una suave caricia para el paladar.Pero hubo detalles que desafinaron en esta orquesta.Para empezar estábamos esperando varios grupos de personas y una pareja se hizo notar 15 minutos antes del servicio, pidiendo sin tener reserva interior( siendo los últimos que llegaron a la espera), si podían priorizarlos a los demás comensales que estábamos allí para darles barra interior( feo que lo hicieran y más feo que funcionara). Si llego a saber que así se consiguen las cosas igual lo hubiera intentado, cuando suponíamos que todos los clientes éramos de la misma categoría. El servicio nos tocó en terraza. El chico que nos atendió, tuvo un trato exquisito ( lo mejor del servicio, un 10)…. No puedes cobrar un menú igual para todos los comensales cuando hay dos espacios con tantas divergencia entre ellos. Los comensales de barra tuvieron su aire acondicionado, su puerta cerrada en todo momento aislándolos de gritos de los grupos de despedidas de solteros, de mariachis y artistas varios que forman parte de la variopinta fotografía de la Boquearía. Se podría caer en el “ya sabes que hay en la Boqueria” pero no estábamos en uno de los locales colindantes y repito, no teníamos descuento por las diferencias en el servicio. Otro NO es una servilleta de celulosa o la mesa desnuda, sin siquiera un camino de mesa o un salvamanteles en un menú de 74€. Echamos de menos una servilleta textil que por 0,15€ se mantiene de lavandería. En resumen, de un ? Repsol esperábamos un plus más. A la pregunta, repetirías? En otro lugar, probablemente por el propio menú sí, aquí no. Nos sentimos excluidos de los VIPs del interior y hubiera sido un detalle que además de servir personalmente a los de la barra, el chef, se hubiera pasado en algún momento por las mesas exteriores para respirar la vivencia del servicio.En definitiva, los que pagamos para comer en lugares especiales y recomendados, pagamos por una experiencia gastronómica en la que entendemos que hay un trabajo, mimo y exigencia no solo en aquello que degustaremos sino en el global de una orquesta sinfónica. Por cierto, el postre exquisito!

Una experiencia! La comida espectacular, hicimos el menú de 10 platos y 2 postres y todos riquísimos! La única pega es que hacía un poco frío aún poniendo las estufas y estábamos al aire libre. Pero sin duda muy recomendable

La barra de Arnau es un lugar que supura realismo mágico en cada rincón, en el que perderte entre elaboraciones brillantes inspiradas en Japón pero con producto de aquí. Cada plato supera al anterior en un contínuo más dificil todavía. El restaurante es diminuto, una barra para 8 comensales y algunas mesas en terraza. Sin duda, la elección correcta es la barra, con Arnau y su equipo elaborando los platos delante tuyo. Dicen que la tarta de queso Matcha es el mejor postre de BCN. Es probable.

Visita obligada en cada estación; Arnau y el equipo de Direkte Boqueria siempre tienen preparada una propuesta alineada con los productos de temporada en la que conceptos, elaboraciones y sabores procedentes de la cocina mediterránea y asiática se conjugan y armonizan con una solidez incuestionable. Una danza equilibrada entre lo apolíneo y lo dionisíaco, hecho restaurante. Personal cercano, profesional, amabilísimo y eficiente que contribuye inestimablemente a que la experiencia sea redonda.