Vermú de grifo en una taberna centenaria. Vermú y cocina española en casa de 1909 con azulejos y columnas labradas, y una terraza con vistas al Palacio.
Hemos tenido la suerte de comer en este centenario lugar y ha sido una experiencia gastronómica maravillosa. Alex y Belén, sus dueños, son una pareja estupenda y grandes conocedores del oficio, sin lugar a dudas. Todo lo que pedimos es recomendable 100%. Las croquetas de jamón, las empanadillas de espinacas, los chorizos a la sidra, los regalitos de toro (realmente espectaculares), el solomillo con salsa de vino dulce... Además el vino de la casa para acompañar toda la comida hace un maridaje especial. He tardado mucho tiempo en conocerlo pero de seguro volveré muchas veces más.
Comida muy buena pero la relación calidad precio es algo alta. Al final pagas tanto por la comida y el servicio como por el emplazamiento tan privilegiado en frente de la Catedral… Pedimos los calamares, pinchos de tortilla y los regalitos de torito. Destacaría este último, por ser un plato original y muy sabroso. Si estáis por la zona y si hay hueco en la terraza, no dudéis! Para quedarse en el interior, quizás mejor otro sitio.
Nos hemos tomado un tinto y una sangría y estaban muy buena. El trato ha sido muy bueno de los trabajadores y la tapa muy buena de jamón con tomate y unas aceitunas
Nos encanta este sitio y siempre que mi familia viene a Madrid venimos aquí a tomar algo. Local muy buen ubicado con estilo de antaño. Excelente trato de parte de los camareros. El vermú y la comida están muy buenos. Además puedes elegir entre platos originales o de toda la vida. Nada más llegar nos ponen una buena tapa lo que es de agradecer ! Por poner unas pegas : los precios están subiendo y ahora vemos que es un sitio carillo (lo que no era el caso antes).
Taberna Centenaria. Buenos vinos, exquisito vermouth. Raciones variadas, destaca "La Cazuela del Abuelo" o sus "Toritos". Personal muy amable y eficaz
Esta cafetería / bar / restaurante tiene su origen en 1886 con la construcción del edificio donde está y en la taberna Casa Pedro Martínez, en el año 1907 se constituyó la actual taberna. Una de sus características era la venta de sus propios vinos, uno de ellos era el "Anciano Rey". Es típico aquí pedir un vino y te lo sirven con una galletita dulce, tienen además un montón de raciones, chocolate, ... y una gran terraza exterior. Yo me pedí su vinito dulce "El Anciano Rey", riquísimo!
Comimos en la terraza muy bien. Los callos buenos, las pelotas de rabo de toro ricas con su salsa. La tosta solomillo con brie estupenda. Los postres no valen nada, la torrija no tiene sabor a nada que se le parezca. Mejor no pedir y pasar al café.
Una institución en Madrid capital, justo en frente a la catedral de la Almudena, una verdadera taberna madrileña. Nos dejamos aconsejar por Sara y fue todo un acierto. Enhorabuena por el servicio, la calidad de la comida y la hospitalidad. Hasta pronto!