El Bar de Paco Morales

Un restaurante que hay que probar en Córdoba. Buena atención, con una carta innovadora y bastante completa. Nos gustó todo lo que pedimos (si hay que poner alguna pega, el tartar de salmón estaba inundado en salsa de soja y perdía todo el sabor). Los postres también muy ricos, recomiendo el arroz con leche.

Animo a probarlo. Es sitio está muy decorado y muy buen ambiente. La comida está currada y tienen cositas diferentes. Yo tuve el problema que me pedí varios platos que llevaban una especie de alioli con limón y todos me supieron igual. No lo recuerdo muy caro, pero tampoco barato. Me dejó la impresión de que es un lugar de ir una vez a probar y no repetir.

Ya teníamos ganas de visitar este restaurante en el centro de cordoba , fueron muchas veces las que nos lo recomendaron y entendemos el por qué , local céntrico , muy bonito y con una amplia carta de manjares , no sabría quedarme con un plato por que todos y cada uno estaban IMPRESIONANTES , ya estoy deseando volver a comer ese bocatin con ese pan pretzel o esos huevos que estannnnn brutal , la atención por parte de la camarera fue perfecta y con muy buenas recomendaciones . Sin duda repetiremos muy pronto

La comida espectacular. Atención más de lo mismo. Combina comida tradicional con la innovación. Un sitio para ir por lo menos una vez en la vida. No podéis iros sin pedir el bocadillo de calamares. Lo que menos nos gustó fue el salmorejo de naranja. No le sacamos el gusto a naranja, más bien a aceite y era muy denso. De precio está muy bien, rondan los 10€ los platos y te llenas.

Qué bien hemos comido en El Bar de Paco Morales. El personal es encantador y nos ayudaron a la hora de elegir los platos porque la carta no es muy extensa, pero apetece pedirlo todo. Diríamos que son imprescindibles los niguiris andalusís. Y la relación calidad-precio es excelente.

El Bar de Paco Morales es una visita obligada si vas a Córdoba, sabores de siempre fusionados a la perfección con un toque moderno! Local cuidado al detalle, camareras súper atentas y calidad en el producto. No esperes una supercarta extensa. Pedimos un surtido de croquetas, una mazamorra bastante buena. La presa espectacular y papa aliñada con gamba. El postre, arroz con leche de rechupete. La única pega, quizás la raciones algo pequeñas en relación al precio. Precio promedio persona 25€ aprox. Puntuación total 4/5 Servicio 4/5 Calidad comida 5/5 Calidad/precio: 4/5 Ración 3/5

La brandada buenísima, las croquetas de rabo de toro sorprendentes, las gambas con aguacate y maíz un descubrimiento y la hamburguesa sin palabras!! Las camareras amables y simpáticas, me encantó el sitio y repetiría sin dudarlo.

Una carta no muy amplia pero con una comida de muchísima calidad. Los platos son bastante originales, mezclan cocina tradicional con algunos toques que hacen que estén buenísimos. El flamenquín nos encantó y el bocatín de calamares es obligatorio