Restaurante rústico de cocina regional. Platos de carne contundentes de Aragón en un restaurante informal con vigas de madera y detalles de ladrillo visto.
Buena experiencia en este restaurante mítico del centro de Zaragoza: llegamos un poco tarde al mediodía y, aunque estaban cerrando la cocina, nos atendieron con amabilidad y una sonrisa. Siempre se agradecen estas cosas. :) Pedimos migas con uvas y pimientos asados, muy rico todo. La relación calidad-precio, ideal. Tienen un amplio salón interior con decoración rústica y un par de mesas altas fuera. Nos gustó mucho.
Local acogedor, típico asador de Zaragoza, decoración única y llamativa. Servicio atento y super rápido. Comida de precio acorde con la calidad que se sirve. Desde luego una experiencia probar el ternasco asado... ESPECTACULAR.. y como les dije, se quedan cortas las recomendaciones que recibimos del restaurante.
Es un restaurante típico de comida Aragonesa, es una visita obligada en Zaragoza. Muy recomendable en todos los sentidos, atención, amabilidad, variedad de la carta, comida casera muy rica. Hemos ido varias veces y recomiendo las migas y el ternasco asado, pero todo lo que hemos comido está buenísimo, los postres son caseros. Sin duda un lugar particular con una decoración única y un buen ambiente.
Si vas a visitar Zaragoza ciudad es casi visita obligada, eso sí, tienes que tener paciencia en días festivos y fines de semana, está súper lleno. La comida está bien, pero lo bonito es el lugar, es casi un museo, los camareros, aparte de amables, serviciales y muy simpáticos van vestidos con el traje regional. El precio razonable, ni barato ni caro
Lugar especial por muchas razones. Comida típica aragonesa, casera y de calidad. Buen servicio y amabilidad. Gran salón. Decoración futbolera en la entrada con variedad de bufandas de equipos de fútbol y objetos curiosos y antiguos , de labranza y en en centro del restaurante la imagen de la Virgen del Pilar
En nuestra primera parada gastronómica en Zaragoza decidimos probar productos de la tierra, por lo que, mirando las opciones que teníamos cerca, encontramos "El fuelle". Es un restaurante de apariencia muy peculiar, lleno de detalles por todos lados y con el personal vestido con la indumentaria típica. Uno siente que está entrando a un restaurante "auténtico" con ver todo lo que le rodea. Había varias opciones de menú, pero nos decantamos por las migas con uvas grandes para compartir y el plato de ternasco de Aragón para cada uno. Las migas estaban un poco secas, pero el ternasco lo compensó porque estaba muy bueno. En cuanto al precio, la cena salió por unos 23€ por persona. Una buena opción para probar la gastronomía aragonesa.
En el centro de Zaragoza, lugar con tradición gastronómica, atendidos con agrado y profesionalidad, en visita a la ciudad, encontramos el lugar por recomendación... Con una decoración y presencia buena, entras en sus comedores.... Te ofrecen buen producto.... La carne, los caracoles..... Todo está bueno!!!... Para repetir...!!!
Restaurante típico Aragonés en el centro de Zaragoza. Especialidad en carnes y embutidos a la brasa. Decorado tipo mesón antiguo, quizá demasiado recargado para atraer a turistas foráneos. Comimos uno de los 3 menús de degustación cuyo precio es de 29€ por persona. Entrantes: Migas aragonesas con uva, Plato de Jamón, Ensalada y Embutidos a la brasa (chorizo, longaniza y morcilla). De segundo se puede elegir entre: Chuletas de ternasco a la brasa, Conejo a la brasa, y Dorada. Postres hay varios pero pedimos 2 tartas de queso y un sorbete de limón. El servicio es muy rápido y amable, hay muchos camareros y te sirven rápido.