Concurrido bar de tapas y raciones. Cervecería de barrio, sencilla y concurrida, que sirve tapas, raciones y platos de cocina casera española.
Buen ambiente y precios relativamente adecuados para un local tan céntrico. A octubre de 2022 la caña cuesta 2.5€, la caña doble 4€ y la jarra 5€. La tapa fue adecuada para la tapa, pero en calidad nada del otro mundo. Me gustó el arroz con pollo porque estaba caliente y las patatas bravas muy buenas. No tuvimos que hacer cola para entrar y nos atendieron relativamente rápido. Primero llegó la tapa y luego la caña. Los de la barra son muy amables y rápidos. Pudimos pagar con tarjeta sin ningún drama. Volveremos seguro.
Esperaba mucho menos de este sitio. Lo había visto recomendado por redes sociales y me parecía bastante interesante la idea, aunque no tenía muchas esperanzas de que fuese plato de buen gusto. Para mi sorpresa, nos pusieron una tapa considerable con la consumición, que cabe destacar que no tiene que ser una caña, como nosotros pensábamos al principio. La caña fueron 2,5€ y vino bien acompañada de una tapa bastante rica. Además nos atendieron bien y muy rápido. El único punto "malo" es que tienen poco espacio, por lo que tuvimos que comer de pie. Entrecomillo malo porque no fue ningún problema para nosotros, además entiendo que la idea de negocio de un sitio así sea que comas rápido. Muy recomendable visitar sitios así!
Me gusta mucho este bar donde te sirven una tapa con cada consumición de caña o vino. Ideal para ir con amigos o familia, el local está muy bien situado y tanto la dueña como el dueño son muy amables. Volveré sin duda por aquí :)
Excelente, muy buena onda todo el personal. Con cada caña que pedis (€2.3) te viene acompañada de unas tapas muy ricas que pueden ser papas, arroz, chorizo, etc. Con menos de €10 te vas lleno. Recomiendo ir a probar, eso si, quizás tengas que comer parado en la barra ya que va mucha gente, pero igual vale la pena.
Un sitio genial en Madrid para tomar algo y casi comer.Te ponen una buena tapa con cada consumición (algo no tan habitual en Madrid).El dueño super amable y simpático.Suele estar lleno(normal?)
Estuvimos genial, descubrí el sitio de casualidad y fue un acierto. Pedimos sidra natural y por cada botella nos pusieron dos raciones, caseras y buenas. Bien de precio.
Este bar se encuentra en pleno centro, apenas a un paso de la gran vía. Cumple su cometido, que es tomarse algo a un precio razonable, acompañado de una tapa. En el caso de estas, es donde marca la diferencia, ofreciendo tapas en este caso... enormes. Eso sí, cosas muy básicas siempre. Patatas etc... La atención en barra es rápida y el local sobre todo a horas punta debe rebosar (yo fui sobre las 17 y estaba prácticamente lleno). Así, que un buen lugar de parada, que es para lo que es, sin más.
Excelente! El bar tiene más de 20 años y tiene mucha historia. Pero el verdadero tesoro es el dueño, MARTIN! Una noche memorable! Además, pides bebida y viene tapassssss!