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Estuvimos de paso. Era una terraza al sol donde anunciaban tapas varias a 1.50€ de 12 a 14h. Nos tomamos un refresco y una cerveza, y dos tapas de tortilla. La tortilla estaba insípida y tenemos ciertas sospechas de que es de supermercado, pero no lo podemos confirmar. Algo caro para la calidad-servicio. La camarera tenía una vibra bastante desagradable. No volveremos.
Bueno, en general no destaca por nada. Pedimos una fritura de pescado y el cazón estaba frío y semicongelado y los calamares con el rebozado muy duro. Las berenjenas con miel (de caña de azúcar) también son congeladas y el salmorejo, al que le falta el huevo duro, industrial: vimos cómo acarreaban bolsas y envases de productos desde portales cercanos. No admiten tarjetas como medio de pago y uno de los camareros no para de fumar mientras atiende las mesas de la terraza. Seguro que hay muchas opciones mejores por Córdoba.
Maravilloso rincón que a primeras no te llama la atención, justo al lado del Palacio de Viana, tapas exquisitas, caseras, no perderse el cazón adobado o el salmorejo, que están especialmente buenos, estas son las maravillas de tapear por el casco histórico por un bajo precio. Muy recomendable!
Estratégicamente situado, este barecito está frente a la esquina lateral del palacio de Viana. Su terracita, agradable. Buenas tapas. Dónde está la pega: en el USO del ASEO. Cuando de la terraza quieres ir al aseo, no tiene pérdida, pues te topas con dos grandes carteles adviertiendo que es para uso exclusivo de clientes, "Prohibido el paso no autorizado"; para ello, la señora de la cocina hace las veces de cancerbera y te inquiere si estás sentado en la terraza o no. Lógico que en épocas de afluencia turística se le llene el bar de meones que no consuman y que la empresa quiera espantar a miccionadores no consumidores, pero tanta cartelería de advertencia y restricción te choca y no es agradable. Claro, si a eso le unes que la señora cocinera-cancerbera en voz alta, cuando te acercas a los carteles de marras, te interroga en medio del resto de la clientela si eres cliente y si estás sentado en la terraza; pues la verdad, sienta mal, diríase como de poco estilo hostelero y trato personal. Si desean restringir el uso foráneo de los aseos, pues pueden idear otro procedimiento menos acogotador, como el que la señora citada le pregunte al camarero si el susodicho miccionador es cliente. Poco estilo. ¡Ah!, en todas unas fiestas de gran afluencia, cuales son los Patios, a las 16.30 h ya NO HAY COCINA. Sin embargo, en el barecito frente al palacio de Viana, <
Estupendo bar para reponer fuerzas,buena comida y camareros simpaticos
camareros groseros. comida promedio Nos sentamos a las 2 p.m. y antes de recibir un menú y ordenar que se hicieron a las 2.30 p.m. Indiferencia total. nunca regrese
No te recomendan nada. Pedí unas croquetas y estaban muy muy grasientas y ni te preguntan por que no lo he comido!! Nada agradable!! La camarera muy borde!!
Sitio un poco retirado de la ruta monumental. Con una terraza muy agradable donde sirven platos típicos cordobeses. El salmorejo estaba salado pero parecía casero. Y el rabo de toro muy sabroso pero la ración un poco escasa. El café muy bueno eso sí.