Comedor elegante con comida deliciosa. Lugar de gastronomía sofisticada donde se ofrece un menú de deliciosos platos de carnes y pescados, además de maridaje de vinos.
Una experiencia sensitiva inolvidable. Como dice Fernando, arte efímero, que desaparece tras hacer explotar tus sentidos, pero el recuerdo permanece por la eternidad. No obstante, tengo que empezar elogiando su magnífico servicio; atento, servicial sin ser empachoso, con marcha constante y sin tiempos muertos, sin agobiar y sabiendo estar; las explicaciones necesarias pero justas... fantástico. En cuanto al aspecto culinario, qué queréis que os diga. Más de mar que de tierra como corresponde con esta zona; imposible recordar todo pero por mencionar, esas kokotxas a la brasa con ajo y guindilla regalo de nuestra tiera o ese sorprendente carpaccio de cigala con caviar; la afamada lasaña fría de anchoas en sopa de tomate natural pero más alla, la enorme sorpresa del ajoblanco de trufa con espárrago verde que te transporta al más allá de los placeres culinarios. El salmonete con algas sin una puñetera espina, de carne tersa y sabrosa, como plato del día, .... y más, no os quiero aburrir. Fernando se preocupa y está encima de los pequeños detalles y sale para preocuparse de vuestra felicidad, presto a daros cualquier explicación que necesitéis, en un alarde de amabilidad. No es comida; es una experiencia inolvidable. Vale cada euro que piden. Arte culinario sobre un espacio antaño dedicado a otro tipo de arte afortunadamente protegido; pero eso lo descubriréis cuando vayáis.
(La despensa) Excelente producto perfectamente elaborado. Selección de platos por recomendación de la maitre que fueron un acierto. Espacio elegante con un servicio muy profesional.
Algunos platos como el carpaccio de cigalitas fue sorprendente. Otros como la lasaña de anchoas y el arroz no fue “especial” Ya que es un restaurante Michellin, uno se espera en tener una experiencia gastronómica especial. Trato del personal correcto.
Todos los platos del menú Bilbao que hemos comido estaban riquísimos: el risotto de boletus, la lasaña de anchoas, el chipirón... Y el personal que allí trabaja es muy atento en su cometido.
Hoy hemos visitado etxanobe , 1 estrella michelin , el motivo de mis 3 estrellas de valoracion segun mi punto de vista es el suguiente , el primer motivo a destacar es que no es el primer estrella michelin que acudimos con niños, siempre pudiendo degustar cualquier menu degustacion ya sea el precio que sea , siempre y cuando nos hagan disfrutar de la comida, en este caso no nos dejaron acudir al ATELIER que es donde se degusta 15 platos , por ir con niños de 3 y 5 años pudiendo solo acudir niños de apartir de 12 años , de todas formas reservamos para ir al etxanobe que es lo mismo lo unico que a la carta y con algun menu degustacion mas barato de 5/7 platos , dentro de esta gama de menus cojimos el mas caro de todos ( adjunto foto con el menu degustacion ) con un valor de 105€ euros/pers , de aqui , el segundo motivo del por que no ,las 5 estrellas , considero que este menu degustacion obtiene una gran calidad en el producto, es top km0 de proximidad obstante el servicio va acorde de los platos muy profecionales y detallistas en muchos aspectos un 10 ! Pero consideramos que no vale el precio acordado ! Es muy elevado , hemos visitado otros restaurantes del cual no obtienen una estrella y su menu degustacion de 12 platos a sido una explocion de sabores / texturas / aires / bombas de sabores que te hacen explotar la cabeza de lo cual hoy lo hemos echado de menos , a sido todo muy neutro de alta calidad pero poca manipulacion o falta de elavoracion en los productos presentados , espero en un futuro volver cuando mis pequeños sean mas grandes y poder disfrutar de la gran gastronomia que seguro dispone el atelier , pero es una pena no poder acudir con niños ya que ellos an salido a un desenvolso de 45 € / niños ( adjunto tiquet , y platos del menu de hoy ) y poder ayudar a familias como nosotros que les encanta disfrutar de la degastronomia del pais vasco un saludo y hasta pronto !!
La Despensa. Cena en pareja. Elegimos unos entrantes: lasaña de anchoas (absolutamente obligatorio) y ensaladilla del Chef (perfecta). Elegí un vino (Txacoli, riquísimo). Como platos principales: Bacalao ( ni una pega, perfecto) y bonito( me equivoqué, no me resultó nada excepcional). Postres deliciosos. Pero yo destacaría sobre todo: su personal profesional y el restaurante, con un diseño y decoración increíble.
Todavía recuerdo mi visita a la antigua ubicación del restaurante Etxanobe en el Palacio Euskalduna, me fascinó la cocina de Fernando Canales y su inseparable Mikel Población. En aquel entonces estaban dando los últimos servicios porque se trasladaban de local a este mismo que acabo de visitar en el centro de la ciudad. El propio Fernando Canales habla de su propuesta gastronómica: “Ofrecemos a nuestros clientes experiencias inolvidables a través de creaciones culinarias originales que transmiten la pasión, la alegría y el placer que sentimos al imaginarlas y crearlas. Sólo los mejores productos tienen cabida en Atelier Etxanobe, y sobre la base de la excelencia son preparados para desplegar ante el comensal todo su sabor y cualidades”. En este nuevo emplazamiento tienen propuestas gastronómicas diferentes, por un lado La Despensa, una cocina elaborada pero desenfada, con precios también más accesibles, y por el otro, El Atelier, donde Fernando y Mikel dejan volar su imaginación pero siempre con el mejor producto, al que en algunos platos intentan respetarlo al máximo. El menú que pude disfrutar era una buen paseo por los platos emblemáticos del restaurante, mucho producto tratado con elegancia exquisita, y muchas sorpresas en sala con la interactuación del propio chef. En los postres alguna sorpresa que es mejor no desvelar para que la experiencia sea inolvidable.
Restaurante muy elegante, servicio muy rápido y buena calidad. La merluza ondarresa riquísima. Los postres muy buenos. Recomendable.