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Cenamos en Jacqueline y la experiencia fue grata, si bien discerne un poco de lo que nos esperábamos. Empezamos con un par de cocktails, el Jacqueline y el Geneviève, ambos muy ricos, bien hechos y visualmente preciosos. Todos rondan aprox los 14€. En cuanto a la carta, solo ofrecen platos fríos porque están todavía en periodo de soft launch, así que me imagino que esto a un par de meses cambiará; pedimos el menú degustación a 54€ por persona. De todo lo que probamos nos quedamos con las ostras, el gazpacho, ceviche y steak tartar. El guacamole deja bastante que desear (nada nuevo que no se pueda probar en cualquier sitio de tapas), podrían al menos haber ofrecido totopos tradicionales en vez de los nachos típicos de bolsa. El tartar de gambas está bueno pero sin más. Los postres tampoco son el fuerte, aunque el cheesecake estaba rico. El servicio es muy amable y dedicado a hacer que la experiencia sea lo más agradable posible. Todo esto más dos copas de vino tinto nos salió por 158€, es decir, casi 80€ cada uno. Nuestra conclusión es que falta una carta con una propuesta definida y cualitativa. Y, si bien la comida está correcta, pagas más por el hype, servicio, y la experiencia de una velada en esta fiel reinterpretacion de un restaurante modernista.
Una buena experiencia pero falta mucho por pulir. A veces se puede morir de éxito si no hay una buena organización. Los platos son buenos y disfrutamos de la comida (las vieiras excelentes). El problema es el servicio y organización. Y sin culpar a los camarer@s, que hacen lo que pueden y se les ve estresados. El precio no es acorde a la calidad. Atendieron primero a la mesa de al lado, cuando nuestra reserva era antes. Por lo cual solicitamos la atención del camarero. Entre platos y postres 45 minutos. Eso si, el local tiene una interiorismo cuidado, y nos encantó el concepto de poder tomar unas copas en la sala de abajo (aunque la música era demasiado alta y no permitía hablar).
Un descubrimiento sin igual. Un local espectacular, con varios ambientes. La cocina muy variada, para todos los gustos., sabores marcados, claros e intensos. Sin duda un must en la lista de Barcelona. Volveremos
Lugar hermoso! Servicio francés y trato exquisito. Reservamos previamente y estuvimos cenando. Croqueta, hummus, bao, atún, carpaccio ternera todo estaba delicioso. Estuvimos 2 horas cenando y tanto el servicio como los tiempos estuvieron fenomenal. Ideal para ocasiones especiales y experiencias diferentes. También pudimos disfrutar de la fiesta que montaron esa noche de la mano de Cristina Tosio y fue una experiencia única con una música difícil de encontrar en la noche barcelonesa. Sin duda repetiremos!
Restaurante con coctelería muy moderna inspirada en las musas de Picasso. La decoración es de coctelería moderna. Los platos tenían muy buena pinta pero nos decantamos por unos cócteles. Todos de autor y muy equilibrados. Totalmente recomendable. El Olga delicioso y el Dora espectacular.
He ido con unos amigos a tomar un cóctel y nos ha gustado a todos. Es un espectáculo ver cómo los hacen. El personal muy amable y el lugar muy elegante. Volveré a probar la comida.
La comida súper buena, la atención de l@s camarer@s de 10!, fuimos a cenar en y el ambiente muy agradable. La decoración del local es espectacular, los cócteles buenísimos y los postres para repetir. Sí es cierto que el precio es elevado, pero vale absolutamente la pena. Repetiremos sin duda! 100% recomendable ?
Buen servicio, la comida perfecta, el ambiente muy agradable se presta a seguir la noche ahí. Volvería...