La Flor de Lis

Llevaba tiempo queriendo conocerlo y superó mis expectativas. Casi no cenamos por ir sin reserva (eso dice mucho ya de la aceptación que tiene) pero tuvimos suerte de que nos hicieran un huequito. La comida sobresaliente. La presentación de los platos muy original y cuando los pruebas te das cuenta que no son solo fachada. Muy recomendable. Yo volveré seguro

Fantástico restaurante, el ambiente era tranquilo y sosegado te invita a hablar y a relajarte, solo se escuchaba un leve murmullo. La atención de lujo siempre asesorando te y guiándote para tengas una experiencia muy grata. La comida se ve el cariño que trata a los productos con lo que consiguen que tengas una sensación de frescura. Si vais por Zaragoza no dejeis de pasaros. La relación calidad precio excepcional.

El lugar es muy bonito, con una decoración muy cuidada y con buena distancia entre las mesas. La comida está buenísima, cada uno de los platos que pedimos nos sorprendió por algo diferente, en todos está el sabor aragonés pero muy bien cuidado. Las migas es quizás el plato que no repetiríamos. Las 5* se las pondría si las raciones fueran algo más generosas. Volvería una y mil veces a por la torrija!!

Restaurante donde se come muy bien, con productos de la tierra combinados platos novedosos. El ambiente es familiar y el local está decorado con gusto. El servicio fue rápido y amable, ya que nos recomendaron algunos platos a escoger. De los postres, destacar la tarta de queso.

Restaurante muy bien situado. En el mismo centro de Zaragoza. El local es muy amplio y bonito. Las mesas tienen una distancia suficiente para estar cómodos. La comida es muy buena, está bien presentada y hay mucha variedad. Los sabores están muy marcados, realmente todo está bueno. Por recomendar algo el bacalao o los buñuelos de borraja, muy bueno. Las alcachofas hay que probarlas sí o sí. El precio está ajustado a la situación tan céntrica y a la calidad del género, no lo veo caro. Muy recomendable, nosotros volveremos

A ver, es una magnífica elección tanto por la comida como , muy especialmente, la atención que dan. El sitio es bonito y acogedor y es necesario reservar. Por sacar un pero diré que el día que estuve hacia un día muy frío y la puerta del local es enorme, automática y cada vez que entra o sale alguien, si tu mesa está cerca de la entrada te quedas helado. Deberían cambiar esto. Por TODO lo demás es Genial.

Un restaurante acogedor, bonito y cuidado en pleno centro de Zaragoza, al lado de la plaza del Pilar. La comida exquisita, pedimos tres platos para compartir dos personas y todos fueron un acierto, las cantidades perfectas, la presentación de los platos muy cuidada con una vajilla muy original y el trato por parte del servicio muy atento y amable. Muy recomendable. Para repetir, sin duda.

Absolutamente recomendable. La calidad de.este restaurante no deja lugar a duda. Empezando por el espacio, bien pensado y muy cómodo. Pero lo que le hace excepcional es la calidad de género, un servicio impresionante y precios más que razonables.