La Jaula de Grillos

Resaltar el trato excelente de la camarera hacia el cliente. Un 10 se queda corte. Perfecto para los intolerantes al gluten. Además tienen carta específica para los intolerantes a la proteína de la leche como era nuestro caso. Pedimos varias raciones y nos sorprendieron por el rico sabor de cada una. Las croquetas todo un acierto. Bien grandes y muy sabrosas. Todo casero. Es mejor reservar porque es pequeño. Y cualquier duda que te surja, la camarera te ayuda. Los huevos nos sorprendieron tanto por la calidad como por los ricos que estaban. ¡Volveremos!??

No está mal y entiendo que si tienes intolerancias o eres celiaco este sitio es una maravilla. El local es chiquitín y bonito, la camarera fue muy agradable. En cuanto a la comida pedimos las bravas, que fueron nuestro plato favorito porque la hamburguesa y el bocata no nos convencieron, estando mejor la primera que el segundo. El bocata estaba medio frío, medio caliente, el pan era muy estrecho y complicado de comer... no me acabó de convencer.

Lo primero q valorar en un establecimiento antes de entrar en si lo que dan está o no bueno... Es la amabilidad, y aquí tienen un 100. Y después, pues si, todo lo que probamos estaba muy rico. Aquí dejo una serie de instantáneas de lo que llegamos a degustar. Y lo más importante... Volveremos.

Destaca por ofrecer toda su carta sin gluten ni lactosa. Incluyendo croquetas, hamburguesas, pizzas, crepes, dinstintas raciones y tartas. La comida está realmente buena, las raciones son contundentes y de precio está muy bien. Las croyde ternera y foie nos gustaron mucho, y la tarta de torrija estaba muy buena. Además, la camarera que nos atendió era muy amable y simpática. Repetiremos.

Todo sin gluten y sin lactosa. Reservamos para cenar el 14 de febrero, nos habían decorado la mesa y nos dieron un detalle de San Valentín. Pedimos la pizza "qué pasa pues", la crepe tex Mex, croquetas pepa Pig y otra de morcilla y de postre la tarta de chocolate blanco. Estaba todo espectacular. Y nos llenamos muchísimo también. Y toda la carta y lo que vimos que sacaban en otras mesas tenía muy muy buena pinta. El sitio es pequeñito, lo que le da muy buen ambiente. El trato por parte de la chica que nos atendió fue buenísimo, super amable, simpática y cercana. Sitio 100% recomendable. Volveremos más a menudo, sin duda alguna.

Le pongo 5 estrellas por que no puedo ponerle mas sino se las pondria Trato excelente Comida buenísima La tarta de tortijas no sabíamos si comernosla o besarla de lo buenísima que estaba

SERVICIO LENTO, CAMARERA MALEDUCADA, ALTIVA, CARO Y PRODUCTO DE BAJA CALIDAD. Reserva para 5, nos ponen en una mesa apretadisima donde apenas cabíamos, no nos ofrece la carta, pasados 15 minutos se la pedimos y nos dicen que no tienen que solo tienen dos códigos QR y que los están utilizando, que buscásemos por internet la carta, la cual no se cargaba porque no había cobertura en el local . Se lo comentamos a ella y nos dice que no hay prisa. Dos horas para servirnos la comanda (en el local habrían como mucho 15 personas) , pedimos pra compartir unos nachos, estos fueron escasos, de bolsa (los cuales vimos como los sacaban y esparcían por el plato para ocupar más). No nos da ni servilletas ni cubiertos, hay que pedírselos y vuelve a tardar en dárnoslo… En el impas de los nachos y los platos principales viene la camarera a decirnos que estamos bloqueando el congelador (ella nos había sentado en ese lugar), nos da una bolsa y nos dice que se la llenásemos con todos los panes de hamburguesa que hubiese en el congelador. Como plato principal pedimos Dos hamburguesas descongeladas en el microondas (en una cocina abierta se ve todo), unas alcachofas de bote (15€)y dos bocadillos (8€ cada uno) con champiñones de bote o congelados que sabían agrio. Los dos bocadillos se quedaron sin tocar y se le comento a la camarera, la cual nos contestó de malas maneras y luego nos los cobró. Pongo la reseña porque no se logró conversar razonadamente con la camarera de turno ya que estaba muy a la defensiva.

La experiencia en este restaurante fue genial, absolutamente todo era sin gluten, lo que hace la comida mucho más tranquila, además de que la atención de las camareras fue fantástica. Llevábamos un carrito de niño y no hubo ningún problema para sentarnos y estar a gusto y cómodas. En cuanto a la comida, tengo que decir que estaba todo buenísimo, pedimos unos nuggets y unas bolitas de patata rebozadas, a las que me habría encantado sacar foto si no fuera porque nos lo comimos nada más traerlo a la mesa; además de la hamburguesa tan espectacular que podéis observar en la foto. Respecto al precio, está bien, fue algo más cara que en otros sitios donde he comido, pero merece muchísimo la pena por la calidad de la comida. Lo recomiendo.