Platos cantábricos y postres cremosos. Elegante comedor especializado en cocina de carnes cantábrica, platos clásicos de bacalao y ricos postres.
Llegamos a las 20:00 sin reserva y nos dieron mesa hasta las 21:30. Pedimos de entrante huevos con patatas y picadillo de potes, el sabor era muy bueno. Pedimos también canelones y albóndigas que eran espectaculares con ganas de más. De postre, tarta de queso, espectacular, muy recomendable. El servicio fue bastante buena y el ambiente buena también.
Todo nos gustó, calidad excelente de sus platos, precio medio y ambiente fantástico aunque hubiera mucha gente. Comimos, reservando previamente una semana antes, las famosa tortilla de patatas (de las mejores que hemos probado), unas croquetas deliciosas, y ya cada uno los segundos, el mio fue un excelente cordero deshuesado, si os gusta el buen sabor de la carne es perfecto. Pero tanto la carne como el pescado estaba de 10.
Restaurante de recetas de Cantabria para conocer en Madrid. El local es amplio, la decoración es moderna y es muy cómodo tanto para desayunar como para comer/cenar. El trato del personal es amable y correcto y los platos son tradicionales pero con muy buen producto. Cualquiera de los platos de merluza y atún merecen mucho la pena, las albóndigas son espectaculares y por supuesto, hay que probar la famosa tarta de queso.
Se come muy bien en este sitio. Nos recomendaron el pincho de tortilla y ¡me hubiera comido 20!, estaba realmente rico. Por lo demás todos los platos estaban muy buenos, a destacar los buñuelos de bacalao y los canelones de pularda. Por poner una pega, pedimos las alcachofas a la plancha y me pareció que por 18€, 4 alcachofas pequeñas era un poco caro. Aunque el ambiente era bueno, había demasiada gente esperando en la cola (dentro del local) y eso hacía que hubiera mucho ruido y sensación un poco de agobio.
Muy recomendado asistir a este sitio, la comida ha sido fenomenal de principio a fin. Me quedo con el gazpacho, las patatas bravas, la merluza y obviamente la tarta de queso. Reservad que es muy concurrido. Volveré, de eso estoy seguro.
Un sitio exquisito, muy conocido por su tortilla de patata, que está espectacular todo hay que decirlo, pero que es solo la cara visible de una carta elaborada, cuidada y muy muy rica. Las empanadillas y los buñuelos están muy buenos y son perfectos como entrantes. Las albóndigas tal fuera lo menos destacable pero fideuá está para comerse tres platos. Muy recomendable.
Toda la comida estuvo deliciosa, no hubo plato malo. De lo mejor: las patatas bravas y los postres (tarta al limón y tarta de queso). Lo único negativo es que los turnos para comer son muy cortos (de hora y media).
Sitio bastante amplio y con variedad de platos en la carta. Todo está riquísimo y el servicio es muy bueno por parte de los camareros. Quiero destacar que soy celiaca y en la carta está muy bien especificado los platos sin gluten y los que se pueden adaptar. También tiene pan gluten-free. Sin duda, un sitio para repetir ?