La Mejillonera

Lugar de visita casi obligada en Valladolid, aunque no siempre es fácil encontrar sitio porque suele estar bastante concurrido. Su plato emblemático son las patatas bravas. También tienes que probar el bocadillo de calamares y, naturalmente, los mejillones. No hay mucho más: pimientos del Padrón, croquetas, ... pero creo que es parte de su éxito. El precio adecuado, el servicio rápido y, en general, atento.

He ido 3 veces y es un sitio que me gusta. Tiene bocadillos de calamares ricos, probamos el plato de mejillones picantes que estaban buenos y que invitan a mojar bien de pan en la salsa. Precios muy razonables y en la terraza se está cómodo. Sirven muy rápido y buen servicio.

Restaurante de picoteo típico de Valladolid. Sus famosos bocadillos de calamares destacan entre su gran variedad de platos como sus patatas bravas, pimientos de piquillo, distintos tipos de mejillones, etc. lo recomiendo para cualquiera de tus comidas o cenas. Dispone de terraza

Es un establecimiento al uso, donde dan de comer raciones y bocadillos básicos de mejillones y calamares. Está bien pero sin más. El trato es correcto y el precio asequible. Las raciones están bien de cantidad pero sin ser abundantes. El servicio es atento y rápido

Local de toda la vida, mis favoritos son las patatas bravas y el bocata de calamares. Todo lo que tienen es buenísimo y a un precio asequible. La atención es muy rápida, el tiempo de espera a la comida es poquito y te pones a disfrutar enseguida. Es un restaurante al que voy con frecuencia y nunca defrauda.

Tuvimos suerte que estaba bastante vacío. Pudimos comernos unas raciones de mejillones, que estaban muy ricos. Tienen una carta escueta, pero lo que hay está bueno. Los precios, son correctos. Además, cuentan con un sistema a través de QR que puedes ver la carta, pedir y pagar, que es muy cómodo, sobre todo si el local está lleno.

Está rico el bocadillo de calamares, es un imprescindible que no te puedes perder. Suele estar bastante concurrido, aunque el local es amplio, y esperando un poquito puedes acceder. El trato de los camareros es amable, esta bien para ir a tomar algo.

La ración de bravas junto al bocata de calamares es de lo más clásico de este establecimiento y no falla, con eso sales bien servido y a buen precio. Aunque me da la sensación que las cantidades son algo más pequeñas (o ya no salgo igual de lleno que antes)