Tapas y platos a la brasa típicos de España. Tapas, carne a la brasa y sangría en un restaurante de estilo rústico chic con arcos de piedra, vigas de madera y detalles de latón.
Pues de casualidad y tremenda sorpresa nos llevamos. Sitio precioso una a casa antigua, reformada en un restaurante sin apenas ruido, muy tranquilo donde pasar una buena cena. Una chica italiana nos atendió de maravilla, da gusto cuando te reciben así. Un punto muy bueno en pleno casco antiguo de Palma.
He ido a cenar y me ha encantado, lugar muy agradable y bonito me encanto cada detalle los camareros atentos, sin ninguna duda lo volveré a visitar para probar otro platillo ?
La paloma es el espacio donde la comida y la arquitectura se mezclan formando un ambiente exquisito, donde las sensaciones y los sabores se despiertan para disfrutar al máximo, el servicio de los trabajadores es muy allegado y cálido, ahora entrando en materia la paletilla de cordero es un maravilloso plato que no se puede pasar por alto, siempre bien aceptado y cumpliendo las expectativas. Sebastián uno de los dependientes es increíblemente atento y da las recomendaciones precisas, gracias.
Una buena sorpresa y descubrimiento cerca de La Lonja. La atención y el trato fueron a nivel muy profesional y amable. La comida fue buenísima. Me encantó el Belini de fruta de la pasión y el vino también! Recomiendo este sitio y volvería a cenar ahí. La decoración hace que el ambiente sea cálido, sobre todo con los osos de peluche y la música de fondo. Pocos restaurantes en Palma hacen esto.
Un sitio espectacular, una decoración cuidada y camareros profesionales. La comida en general muy bien y el precio yo lo considero correcto, pero no es barato aunque no te pegan ninguna clavada. Buena elección y lo recomendaría.
Me recomendaron La Paloma y allá que fuimos. Me había hecho a la idea de que era más tipo bar pero no, es un restaurante. El edificio en sí merece mucho la pena: una casa antigua reconvertida en restaurante. Tiene varias plantas, muros gruesos de piedras y detalles decorativos que se conservan de la vivienda. El servicio era estupendo aunque es lo normal en las Baleares. Los camareros muy amables y rápidos. La carta era poco variada y le faltaba uno o dos puntos para ser muy rica. Casi lo mejor fueron las patatas bravas, el alioli y el pan con tomate. Los raviolis de calabaza muy buenos. Las albóndigas también. Las gambas y el pulpo con ganas de ser mejores. La ensalada de burrata buena pero escasa en elementos. Como en muchos restaurantes pasa, cobran demasiado por el pan y agua porque el resto tenía precios asequibles pero en general, se te sube la cuenta más de lo que esperas con los extras. Nos gastamos 160€ para 7 personas y pidiendo unos 5-6 platos. Pero el sitio es tan agradable y bonito, que merece la pena
Restaurante con solera, muy bien restaurado aunque la iluminación es algo desacertada. Menú variado y original, pedir carne o pescado es una buena opción precios justos por la calidad. servicio simpático y eficiente
Bien situado, buena atención, buen producto y precios correctos.