Restaurante chic con coctelería. Restaurante sofisticado con terraza y un bar moderno.
Lugar muy acogedor, con personal muy amable y atento. Sitio ideal para ir en pareja. Con niños lo descartaría por mas de 1 motivo. En mi caso reservé mesa para 2 para cenar, probamos 3 platos y 2 postres. Puedo decir que mas que comida es una experiencia gastronómica. No es un sitio para salir empachado pero si para salir contento con los sabores y texturas que encuentras en la carta. Los postres estan muy bien aunque pienso que se pueden mejorar un poquito.
Lo recomiendo 100% tanto por la comida, estaba todo exquisito, como por el servicio recibido, las camareras fueron muy amables y estuvieron muy atentas en todo momento, nos sirvieron sin demoras de un plato a otro, explicando cada uno de ellos al dejarles en la mesa. Os dejo algunas fotos de los platos que pedimos y nos encantaron. Sin duda volveré.
La comida estaba de 10! Muy recomendable. Las croquetas de jamón serrano y chipirones estaban exquisitas. El wok de langostinos y la entraña, dos de los platos estrella que tienen en la carta, estaban brutales. Relación calidad-precio muy bien.
La carta es muy variada y se pueden encontrar platos de diferentes orígenes. La calidad y la presentación ideal. La única pega que encontramos fue el pan, pero se lo comunicamos al servicio del local y nos lo sustituyeron por otro.
Teñimos reserva para las 13:30 y cuando entramos tardaron más de 10’ en hacernos caso. Tuve que ir a la barra y su atención no fue la mejor. Sin embargo he de decir que la camarera que nos atendió fue mucho más atenta y eficaz. La comida bien, aunque el precio algo elevado en algunos platos. Un plus, tienen platos sin gluten, otros que pueden adaptar y viene indicado y pan sin gluten. Por cortesía de la casa sirven una jarra de agua.
Muy buena. Totalmente aconsejable La comida buenísima, carta para todos los gustos. No hay nada que pidamos q no nos gustará. Y ante todo y sobre todo a destacar la amabilidad del personal que nos atendió.
Un buen sitio para comer y tomar unas tapas. En el interior bonita decoración y presentación en sus platos. Nosotros nos quedamos en la terraza. Las patatas bravas muy ricas y picantosas, las croquetas riquísimas, no hace falta matarlas con el salmorejo que las acompañan. El crujiente de pollo espectacular con la salsa de acompañamiento, y el falso rissoto en su punto.
Cocina muy buena, distinta y cuidada. El sitio ideal, con ambiente acogedor y buen trato por parte de los camareros. Puedes sentarte a comer tranquilamente o, si tienes prisa como nosotras aquel día, tomar algún plato para compartir. Pedimos croquetas de chipirones y de jamón, muy ricas, y el Wok de langostinos al chili. El camarero tuvo el detalle de ofrecernos la salsa aparte, ya que a mi amiga no le gusta el picante y a mí sí ??