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Buen restaurante. La calidad de la comida es excelente, comida casera bien elavorada y con buen producto. El único pero que le.pongo es el pan, estaba cortado de hacia tiempo y tenía la miga un poco seca, el servicio no es malo aunque si que un poco lento. Pero en general, buen sitio para comer bien y a buen precio.
La calidad de la comida correcta, teniendo en cuenta los precios de la carta, pero reservar mesa y que te sirvan después de una hora y media de espera y porque te enfadas y exiges servicio.... No lo recomiendo para nada. Tan solo felicito al hijo de los dueños por su atención.
Somos clientes desde hace tiempo de este restaurante. Toni, el camarero es muy atento, simpático y profesional. Sin embargo hemos decidido no volver nunca más, para no tener que soportar la mala educación, falta de respecto y poca empatía de la señora que últimamente atiende la sala interior del restaurante. ¡Una pena!
Es un restaurante de lo mejor en la zona. La comida casera y muy buena. El restaurante tranquilo y silencioso con mucho respeto a los comensales. Super bien. Jordi es la persona responsable del comedor. Muy amable y servicial. Agradecemos q sea tan atento. Precio calidad muy bien.
Teníamos reserva hoy para comer y esta mañana he llamado después de mirar la carta para preguntar si era molestia traer un tupper de mi casa como plato principal (ya que soy vegetariana y tengo diversas intolerancias) todo y reponderme de forma desgradable no me han puesto problema. A los segundos de entrar hemos recibido chillidos por parte de la dueña para que cerrásemos la puerta porque hacía frío. Tras mas de hora y media de sentarnos me han traído el tupper (de plástico), que han puesto al microondas sin molestarse a abrirlo, resultando romper el tupper y estropear los alimentos.
Me lo habían recomendado. Y acertamos. Comida casera rica. Ensalada con rulo de cabra, pies de ministro y de postre arroz con leche.
Celebramos los 60 años de casados de mis padres en el salón de la Perla más de 20 personas y fue una experiencia inmejorable. La comida genial, empezando con un picoteo de berberechos, boquerones en vinagre, croquetas, bravas, almejas y mejillones marinera, ensaladilla rusa, y alguna cosa más...después un segundo plato de la carta, en mi caso un solomillo a la pimienta, y de postre una tarta massini buenísima. Buenos vinos, cafés, alguna copa y chupitos, todo salió por poco más de 40€ por comensal. Muchas gracias a Rosa por la organización, y a Jordi y su padre por la excelente atención y paciencia que tuvieron en todo momento. Nos llevamos todos un recuerdo inolvidable de este día ?
Un bar / restaurante de muchos años y aún sigue con sus orígenes culinarios , almorzar es de 10, hoy callos.