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La comida está muy buena, cocina familiar con cocinero italiano. La pizza está rica. La receta del tomate frito está muy conseguida. La masa fina y en su justa medida de cocción La cerveza en su justa temperatura ? El camarero ni fu ni fa. El local algo oscuro, ruidoso y le falta algo de limpieza en las partes altas. El baño necesita una reformita. Pizzería de hace muchísimo años que mantiene a la misma familia y con el anfitrión en el horno de piedra. Decoración del local algo desgastada y con falta de una manita de limpieza. El local está adaptado a la movilidad reducida solo en su planta baja. La terraza tiene escaleras bastante empleados para nadas y para nada complem con los mínimos estándares de libre movilidad
De vergüenza! Domingo 23 de octubre tenemos reserva a las 14.30,llegamos nos sentamos pedimos y hasta las 15.45 no nos traen la comida. Lo lógico seria que comieramos todos a la vez, pues no!! Traen platos por platos lo cual después de la espera hace que cada uno vaya comiendo ya. El risotto de película, el arroz parecia el de la marca brillante, eh comido risottos pero ninguno tan mal ejecutado. La ensalada con frutas embasadas. La piña era de lata. Lo peor fue que avisamos al camarero un chico con rastas y coleta le comentamos lo sucedido y a parte de maleducado y de contestar mal deja a un familiar con la palabra en la boca y se va. No se de donde sacaron a ese camarero la verdad. Sinceramente este sitio no vale la pena, espero que el dueño tome medidas. No vuelvo más!
Restaurante de comida italiana casera de calidad a precio muy económico. Las pizzas están increíbles, la atención ha sido muy buena. Suele haber sitio libre y no es necesario reservar.
Hemos pedido una pizza y unos raviolis y se nota la calidad de los ingredientes y que la pasta es fresca. También hemos pedido tarta y nos ha encantado. Además el precio es justo y el trato excelente. Muy recomendable.
Muy buen sitio. Recomendable 100%. Volveremos. Y trato excelente. Llegamos tarde y sin reserva y nos hicieron hueco. Pedimos pasta fresca y para morirse… además de tratar fenomenal a nuestra bebé de un año. Lo dicho, volveremos y parada obligatoria en la ciudad.
Una pizzería con decoración de los años sesenta, con mesas y sillas incómodas, que pide a gritos una renovación. La pizza en horno de leña, pero con una masa insípida y mal cocinada. La pasta un poco mejor. Lo único bueno es que tienen precios muy razonables.
Me ha encantado este lugar, es como teletransportarte a Italia. Tienen una zona de terraza genial, muy bonita con varias mesas y con una luz íntima. El atendimiento desde que entras hasta que sales es increíble. La camarera que nos tocó fue muy simpática y atenta, nos ayudó a pedir y nos comentó a la perfección todo. La comida espectacular, pedimos una focaccia de ajo que estaba genial y una pizza marinera con pulpo, mejillones, gambas y almejas que estaba muy rica y además bastante cargadita de todo, dos refrescos, una botella de agua y un mouse de chocolate para dos que era bastante grandito. El precio bueno, bonito y barato (22€) espero poder volver pronto. Como recomendación ir temprano ya que, por lo que vimos se llena bastante, de resto, 100% recomendable.
Trato excelente tanto de los camareros como del gerente del local. Sabores a Italia, como debe ser en un restaurante de este tipo. Los profiteroles 10/10.