Sobrio restaurante de cocina tradicional. Elegante espacio de decoración sobria que sirve platos de cocina tradicional española con toques creativos.
Fui a cenar un sábado con mi pareja y nos encantó. El servicio es excelente, la comida muy buena calidad-precio. Dio la casualidad de que pedimos todo platos fríos pero iremos otro día para probar sus arroces. La cena nos salió a 57€ (con bebida y postre). Muy recomendable.
Una grata sorpresa. Menú degustación y un par de tapas, exquisitos. El vino en su punto exacto y el trato muy amable a destacar el de la camarera de sala. Las raciones del menú degustación generosas, sabrosas y llenas de matices. La sopa de ajo blanco y atún, de las mejores que he probado. Relación calidad- precio, de lo mejorcito de Zaragoza. Repetiremos
Las camarerasmuy amables en todo momento, estaban pasando cada dos por tres para que no faltará nada. Muy bien presentados todos los platos, con todo detalle, fino y con buen gusto. La comida y los entrantes muy buenos, mi postre estaba muy rico. Era la torrija con helado de frutos del bosque. Cálidas precio bien. Yo lo recomendaría.
Restaurante de mucho nivel en Zaragoza, producto de altísima calidad y un servicio increíble. Muy buena relación calidad/precio, es un restaurante muy amplio y cómodo, que dispone de varias salas. También tienen servicio de comida a domicilio. Tienen menú semanal y degustación, además de una amplia carta, en la que hay que destacar sus carnes y pescados. Un gran sitio para ir en familia o para comida de negocios, muy recomendable.
Restaurante en el que hacía tiempo que no estaba. Siempre había acudido entre semana por tema de trabajo y el menú es muy correcto. Esta vez acudí este sábado pasado y las opciones ofrecidas eran un menú degustación con muy buena pinta o pedir de carta. Finalmente yo pedí de carta porque tenía antojo de steak tartar y falle en mi elección. No me gusto nada en comparación de otros sitios donde lo he probado. Creo que no es su plato fuerte. En cambio, el menú degustación que contaba con 5 platos más postre, me pareció muy bueno (de lo pidió mi mujer). Una de las gogós corresponde al largarto con salsa teriyaki que estaba buenísimo. El postre era un coulan que no llegaba a las expectativas por la manía de añadir un sabor de contraste que no pegaba nada.
Estupenda cena con amigos. El servicio impecable. Los platos, deliciosos. Pedimos de carta y todo estaba riquísimo. Otras veces hemos pedido menú. Igual de bueno.
Cena con varios comensales, con entrantes a compartir y segundo a elegir. Toda la comida bien presentada, con producto de calidad adecuada al precio , pero con carencias en la elaboración, que hacen que los platos no sepan todo lo redondos que deberían. Los entrantes bastante escasos en cantidad. Lo mejor el jamon, lo peor el lechazo, servido sobre cama de patata panadera ( no es lo habitual con el lechazo) y bastante seco. No creo que repitamos, pero la situación del restaurante y el cuidado en los emplatados, si pueden merecer una primera visita . La atención al cliente buena.
El menu degustacion muy bueno con muy buena relacion calidad precio. Gran atencion de todo el servicio. Sencillamente perfecto para una cena en pareja.