Restaurante chic con platos y bebidas creativos. Maki, tempura, tapas con un toque innovador y cócteles creativos en un restaurante refinado con jardín.
Restaurante en el centro de Málaga, tiene una decoración muy agradable, moderna y un ambiente tranquilo. La atención ha estado bien. La comida en general bien, los platos son grandes con lo cual recomiendo compartir, de lo que pedimos destacaría las croquetas de gambas y la lubina aunque la salsa de calabaza era escasa. De precio ha estado bien. Disponen de una carta de coctelería amplia y una terraza agradable.
Fui con unos amigos y el Sushi estaba muy muy bueno así como la recomendación del vino por parte de los camareros que nos atendieron. Como entrantes pedimos Salmorejo y unas gambas que estaban estupendas (para repetir) como segundo pedimos Sushi variado y presa ibérica. Sinceramente toda una experiencia gastronómica espectacular y lo recomiendo 100%. Sin duda volveremos más adelante. Destaco también el buen ambiente y el bonito lugar que alberga el restaurante, una edificación antigua típica de la cultura de Málaga.
Un lugar muy recomendable, para comer en el centro de Málaga, dentro del lugar encontramos un ambiente y una decoración de 10. La comida, un auténtico espectáculo, muy muy rico. Por parte del servicio, nos atendió Francis y hay que decir que estuvo en todo momento atento y dándonos un servicio excepcional.
Restaurante situado en el centro de Málaga en frente del teatro romano. Muy buena atención, buenas vistas, buena decoración y la comida abundante y muy buena. Fritura de pescado para dos, flamenquin ibérico, 2 copas de vino, 3 Coca-Colas y 1 agua fueron 55 euros.
La comida estaba increíblemente deliciosa. Comimos Nagiris y Makis, entre otras cosas, pero éstos fueron recomendados por el camarero y fue todo un acierto. Estaba todo RIQUÍSIMO. La atención cercana y rápida. Y la música a un volumen exacto para crear ambiente. Los camareros muy atentos, cuidadosos y educados. Lo recomiendo totalmente. ¡Repetiremos sin duda!
Espacio moderno y tranquilo, con buena comida y un atento servicio. Comida fusión entre lo asiático y lo local. Se fue la luz en todo el centro de Málaga durante la cena y nos lo compensaron con un Gintonic, aunque no fuera en absoluto su culpa. Los postres, lo más flojo, pero aun así buenos.
Se trata de un sitio espectacular. Decoración exquisita, personal muy formado y educado, un auténtico placer. Todo está a la altura del sitio. Recomendable reservar con antelación; el sitio se llena. La comida, que es a lo que vas, tiene una calidad innegable… Quizás de precio un poco superior a lo que debería, pero entiendo que se paga por la experiencia completa. Repetiré!
Destacar especialmente el servicio de los camareros, José Manuel Montoya un encanto nos atendió de maravilla, nos asesoró muy bien en todos los platos, comida tipica malagueña, y si además quieres probar algo diferente la carta de nigiris es muy original, estuvimos en la mesa de la ventana que da a La Alcazaba y las vistas eran un espectáculo. La decoración del local muy bonita y el precio mas que razonable.