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Establecimiento no muy grande, con una pequeña terraza en su exterior. Se encuentra bastante céntrico, muy próximo al museo Guggenheim. El servicio de camareros es excepcional, muy amables y cercanos con los clientes. En cuanto a la cocina, los alimentos que hemos pedido han sido de calidad extrema. Sin embargo, hemos tomado unas copas tras la comida, y nos las han traído servidas, con rodajas de naranja y limón que no correspondían al alcohol servido, e incluso creemos que los alcoholes no han sido los que hemos pedido. Finalmente, he de decir que es un lugar al que recomiendo ir a comer, ya que tanto la comida como el servicio es extraordinario.
Hemos comido de lujo en este restaurante de Bilbao donde tanto el producto como el servicio son excelentes. También cabe destacar su interesante selección de vinos que da pié a probar cosas diferentes. Merecen mucho la pena tanto los pescados como la chuleta. Todo esto presentado con mucho arte. Recomendable pedir el steak tartar, ya que además de estar muy bueno te lo preparan en la mesa.
Buenísima ensaladilla rusa, zamburiñas y atún de Tarifa. El servicio muy atento y correcto. La acústica podría mejorar un poco ya que teníamos al lado un grupo de personas muy ruidoso y desagradable. Por lo demás buena cena.
Sitio excepcional y trato inmejorable. Hemos ido dos personas, con entrante, un pescado y postre para compartir fue más que suficiente. El ambiente genial, la música y la luz hacen que sea muy agradable. La mejor tarta de tres chocolates que he probado nunca. Sin duda volveremos
Restaurante de alta calidad con un menú comedido en oferta pero selecto en el producto y cocina. Entrantes variados, segundos de carne y pescado en función de la pesca del día y postres dulces y salados que ponen la guinda a cenas y comidas. Tartar de solomillo sublime, zamburiñas y unas croquetas de puerro son sólo algunos de los entrantes destacables. Impresionante carta de vinos con sugerencias atrevidas además de los nombres clásicos habituales en los restaurantes de alto nivel. Un local distinguido a la vez que íntimo que no nos dejará indiferentes. Servicio exquisito atendido por un personal que destaca por su profesionalidad y atención.
Establecimiento no muy grande, con una pequeña terraza en el exterior. Se encuentra en un lugar bastante céntrico, muy próximo al museo Guggenheim y a la Milla de Oro. El servicio de camareros es excepcional, muy amables y cercanos con los clientes. En cuanto a la cocina, los alimentos que hemos pedido han sido de calidad extrema. Sin embargo, hemos tomado unas copas tras la comida, y nos las han traído servidas, con rodajas de naranja y limón que no correspondían al alcohol servido, e incluso creemos que los alcoholes no han sido los que hemos pedido inicialmente. Finalmente, he de decir que es un lugar el cual recomiendo ir a comer, ya que tanto la comida como el servicio que da el personal es extraordinario.
Perfecto! Hemos quedado muy contentos! Un sitio muy bien ubicado y además hemos comido de cine! Súper rico todo, y el trato espectacular! Pero el vino... Asesorados por los profesionales, dieron en el clavo! Se lleva el tope! Lo recomiendo 100%
Excelente!! La atención y educación de el personal increíble!. Hemos pedido una ronda y nos han traído fuera con una amabilidad que nos ha encantado por parte del camarero. Más que satisfechos con el servicio .