Fritura y paellas en restaurante barroco. Decoración clásica con molduras en techo y angelotes en un restaurante con frituras de pescado y arroces.
Me gustó mucho, mucho. El ambiente, el personal (un 10), la decoración, los platos, la carta, los detalles... Pedimos poca cosa para picar algo por la noche, pero lo que probamos estuvo rico y el resto de la carta tenía muy buena pinta. El postre: buenísimo, aunque lo vi pequeño para el precio que tiene (5,50€). Lo recomiendo, y volveremos para seguir saboreando otras opciones.
Restaurante muy cerca de la calle Larios. Comida diferente a las tapas habituales y muy rica. Buen trato. Lo único que los camareros a veces se liaban un poco con qué comanda correspondía a quién. Aún así, muy recomendable.
Bonita decoración, las tapas no son muy grandes, más bien son tipo gourmet. Aún así merece la pena probar la experiencia culinaria. Muy buena la tortilla con trufa, aunque cobrar 15 euros por el pan creo que es algo excesivo.
Opciones sin gluten/gluten free. Lugar muy céntrico, platos muy ricos, ya lo conocía de Madrid pero ahora ya está en Málaga. Recomiendo sin gluten: Cazuelita de gulas Huevos rotos con jamón o trufa Torilla de patatas normal o trufa
Nuestra experiencia ha sido muy satisfactoria. En pleno centro de Málaga a precios razonables, hemos probado una serie de platos muy sabrosos. Especialmente nos ha gustado el salmorejo, las croquetas de boletus y la tosta de queso de cabra con pimientos. Por supuesto sin desmerecer el resto de platos que hemos pedido como la tosta de solomillo y foie y las croquetas de jamón ibérico, todo recomendable. Además, desde que llegamos al restaurante el servicio nos ha tratado muy atentamente, buscando la mesa apropiada o sugiriendo comida, con un trato muy educado. Sin duda, volveremos.
El ambiente del restaurante estaba muy bien. La comida estuvo exquisita, lo único que mejoraría es la cantidad. El pulpo a la brasa fue lo mejor que probamos. Totalmente recomendable.
El restaurante es bonito y el personal agradable. Algo negativo, por una parte, que el servicio es muy muy lento y por otra parte, el plato de "cazuelita de bacalao" no lleva nada de bacalao, sabe a cebolla con huevo revuelto, y el plato de lentejas con curry y chorizo llevaba un mini trozo de chorizo y no saben nada a curry. Algo positivo, el rabo de toro está muy bueno, recomiendo que si visitáis este restaurante lo pidáis. También estaba bueno el cachopín, las croquetas mixtas y la costilla deshuesada. De postre destaco para los chocolateros "la bomba", sabe a nutella, y si preferís algo tradicional las torrijas, están muy buenas.
Lo que más me gusta de este local son las alcachofas confitadas y la amabilidad del personal. La parrillada de verduras no está mal pero le falta sabor, al igual que la ensalada de queso de cabra que resulta insípida. La torrija rica