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Reservamos aquí a última hora ya que es restaurante en el que encontramos sitio y fue todo un acierto, salimos encantados. Tienen muchas tapas y raciones a elegir, que en general, estaban muy ricas. La atención fue muy buena, la chica nos hizo muchas recomendaciones y se preocupó de que todo estudio era bien. El pulpo muy bueno, sabía mucho a brasa. La tortilla me pareció muy cara para lo que era (3€). Los demás precios correctos, pedimos un montón de cosas a compartir y salimos a 17€ cada uno. El local es bonito, con una pequeña terraza. Merece la pena pasarse!
Bar gestionado por los mismos dueños que el bar de enfrente el Helena. Servicio atento, lugar estilo flamenco. En pleno centro de málaga. Comida bien elaborada y con sabor. Tiene una buena carta para satisfacer todos los gustos. Buen precio. Tuvieron el detalle de invitarnos a unos chupitos.
Todo muy rico. Se nota que la comida es casera y fresca. Y por sobretodo el personal muy atento y amable. Y el sitio de maravilla! Lo recomiendo totalmente si andan paseando por Malaga !
Hermosas personas, la atención de TODOS es excepcional, muy amables y atentos a todos los detalles. Las tapas excelentes, las patatas bravas más ricas que he probado, son un 10!!! Tiene LA TEIPLE B (Bueno, Bonito y Barato)! Los precios muy accesibles y todo casero! Volveremos sin dudarlo, hemos quedado encantados! ♥️
Muy buen restaurante es de los mismos dueños de Helena el de enfrente. Es del grupo Marangos. La paella es muy buena. Precio calidad muy bien
Lugar bonito desde su exterior y original por el hecho de haberle dado el nombre de “balcones” ya que algunas mesas de su primera planta han sido colocadas en los pequeños balcones del edificio. Todavía, es espacio es demasiado pequeño para que dos personas entren y estén cómodas en estas mesas. Sólo serían aptas para tomar algo ya que la mesa (típicamente de jardín) no tiene espacio suficiente. Staff de mala calidad: lo camareros sin vergüenza, ni saludan al entrar y ni parecen entender lo que dices. El servicio ha tardado una hora a pesar que no hubiese nadie. Nos han preguntado tres veces que platos nos habían ya servido. Al salir hemos visto que la plantilla servía en el local que se sitúa de frente. Probablemente la cocina era la misma y esto ha implicado el retraso de servicio. El pan para dos personas solo consistía en un panecillo (1?) y una bolsa de regañas. Hay que decir, que al pedir una segunda, no nos han añadido un coste al precio final. Raciones demasiados caras por la cantidad y calidad ofrecidas. Sobre todo las croquetas: 8croquetas 10 euros me parece una barbaridad considerando que eran de un gusto muy barato (tomate y queso?!) y no como en otros lugares que las hacen de bacalao o de jamón serrano. Los chipirones por 12 euros tenían un sabor bastante bueno pero para dos personas eran insignificantes… Además la ensalada de contorno consistía en dos hojas pequeñas de iceberg. Hablando de vino, las copas de verdejo que nos han vertido eran de una botella del Mercadona de 3 euros. No pienso volver porque por 36 euros me he ido con hambre y ninguna satisfacción.
La atención es buena, pedimos 1 tapa de gambas al pil pil (nos vinieron 4 pequeñas pero deliciosas gambas en salsa deliciosa), Croqueta de queso y tomate, 1 tapa de tortilla de papa y langostinos rebozados. Todo rico, destacó las gambas al pil pil.
Fui a este sitio con mi pareja con mucha ilusión porque me parecía precioso en las fotos, y efectivamente en persona aún era más bonito. Sin embargo, el servicio, a pesar de ser muy amable y atento, estaba bastante desorganizado, puesto que una vez sentados, tardaron 40 minutos en atendernos. El problema creo que es que los camareros están a dos bandas con este restaurante y el de enfrente, y me dio la sensación de que al nuestro lo desatendian un poco, al menos al principio cuando estábamos pocos clientes. Además se olvidaron de una de las tapas que habíamos pedido y tardaron bastante en traernosla. Por otra parte, la comida no está mal, pero era un poco escasa y creo que no vale lo que cuesta: 7 € por un postre que no era ninguna maravilla me parece excesivo. En conclusión, la decoración y el ambiente del restaurante son preciosos y muy románticos, pero falla un poco la comida con mala relación calidad-precio y la organización del servicio.