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Todo muy rico, hay una mezcla de estilos latinos, asiáticos. La atención fue muy buena, y el tiempo que tardaban en sacar los platos fue el adecuado: te daban espacio y transmitían tranquilidad para que disfrutes de la comida. Nos dejamos recomendar y la costilla glaseada estaba súper tierna. Probamos los tres postres que tienen, y tarta de queso fue mi postre estrella. ?
Aunq la camarera era muy simpática, el SERVICIO ERA LENTO. Los platos están buenos, pero lentos. Da la sensación que al ser una mesa de más comensales nos dejaban en último lugar. Se equivocaron en platos, en la Cuenta querían cobrar un plato (el más caro) que no habíamos pedido, te cobran por igual una marinera que una bicicleta… todo eso sumado a la LENTITUD hace que l calidad de los platos, pasen a un segundo plano.
Si buscas comer cosas distintas y ricas, prueba este sitio. Además, el servicio es super agradable. Volveré sin duda.
Relación calidad-precio excelente. Para comer o cenar bien sin mucha historia. Tienen tanto terraza en una plaza tranquila (sin pedigüeños) como interior acogedor. El servicio es aceptable, a veces tardan más a veces menos.
Gran descubrimiento en el centro de Murcia, ubicado en una plaza muy tranquila y con terraza. Fuimos un grupo de 4 personas y todo lo que probamos riquisimo, tanto lo que pedimos para compartir como lo individual (fotos): las marineras muy originales, el Tartar y el pollo deliciosos, las patatas y el huevo trufado increíbles y los postres de diez también. La atención fue estupenda, la chica era un encanto y además nos explicó cada plato con detenimiento, recomendandonos varios de ellos que sin duda fueron un acierto. Volveremos pronto.
Un gran descubrimiento. Platos muy sabrosos y sobre todo originales. Las raciones son generosas y el precio acorde. Repetire
Comida muy rica, recomendable su visita. Servicio agradable. Precios acorde a lo pedido.
Si te gustan los sabores del mar con la cocina moderna es un buen sitio, a mi personalmente no me terminó de convencer ya que soy un poco delicado, las raciones no eran demasiado grandes excepto el tartar e iban un poquito despacio. Salimos a 18€ por cabeza, con 2 copas de vino blanco para mi y una de botella de tinto para compartir las otras 3 personas. 4 ensaladillas, 2 trampantojos para compartir, alcachofas por persona, tartar de atún al centro, pollo teriyaki (pollo llevaba las bien poco) y los dos postres para compartir, una tarta de queso buenísima y un coulant.