Malasangre Food& Club

Un restaurante muy bonito, con un ambiente tranquilo y agradable. Comida muy novedosa, con mezcla de sabores clásicos y nuevos. Pedimos varios entrantes para compartir, mi favorito fue el pulpo a la brasa. Además, cada uno pidió su plato principal y los arroces fueron nuestros favoritos. La atención muy buena, y repito: el local es precioso. Merece la pena ir y disfrutar el sitio y la comida.

La comida estaba muy buena, aunque no lo suficiente para el precio, que, viendo las cantidades, nos pareció elevado. Además, de los casi 5€ por el pan... Algo que no me gustó nada fue que teniendo la copa de vino entera el camarero me la tirara encima y me bañara totalmente. Se disculpó, pero que no tuvieran ni el detalle de rellenarla, ni de, mínimamente, darme algo para limpiarme, me pareció un poco feo. El vino que nos recomendaron, y que se ve es el con el que trabajan allí, estaba muy bueno.

Estoy en Vigo de vacaciones, hoy comí en el MalaSangre y me encantó. Pedí un arroz de solomillo de vaca gallega que tenía un sabor estupendo. Las croquetas de jamón ibérico también estaban muy ricas, no solo caseras sino también creativas. El ambiente del restaurante pega genial la actitud de la cocina, permitiendo que disfrute más allá de la gastronomía. 200% recomendable y volveré sin duda!

Muy buena y rica experiencia. El local muy chulo, el personal muy atento y la comida riquísima, merece la pena. Hemos cenado para dos, de primero: black bao, croquetas y futomaki. De segundo arroz de corvina con langostinos, y solomillo de vaca. De postre: torrija de brioche. Han sido 50€ por cabeza pero todo estaba espectacular y no te quedas con hambre. La única y pequeña crítica es el precio excesivo del pan ya que eran dos rebanadas de un pan muy normalito y del agua.

Recomendable 100%. Pedimos un arroz de solomillo, pulpo a la brasa y coulant de chocolate que estaban exquisitos (ver fotos). Acompañamos la comida con una botella de mar de frades que nos recomendó la camarera (súper simpática) y la verdad que quedamos muy contentos con todo en general. En nuestras futuras visitas a Vigo, sin duda, es un lugar que repetiremos.

He ido con mi pareja y tanto los entrantes: el black bao y el sashimi de jurel riquísimos. El sashimi más que recomendado, nos pareció impresionantes. Sumado a esto nos pedimos un arroz de rodaballo y otro de carrilleras para cada uno que estaban de lujo. Recomendamos menos cantidad pues con los entrantes un arroz da para compartir perfectamente. Delicioso todo.

Desde la fachada hasta el salón del fondo esta decorado de manera muy especial. La atención es muy buena sobre todo el camarero que tienen que se le nota la experiencia y que sabe lo que hace, y lo hace de una manera muy cercana y amable. En nuestro caso pedimos unos entrantes, langostinos crujientes, saam de cordero y baos de pan negro, de segundo arroz de solomillo, un fuera de carta recomendado con mucho acierto. Todo muy bueno muy bien presentado pero destacaría sobre todo el arroz que fue un éxito.

Estoy en uno de los restaurantes más modernos, mejor decorados y más elegantes de Vigo. La comida es espectacular especialmente los arroces por los que ya han recibido premios culinarios. Su bodega es extraordinaria. El local tiene un encanto especial que lo hace diferente de los demás restaurantes. Cuidan hasta el último detalle, resalto los vasos que ponen en las mesas. Limpieza hasta límites increíbles impone. El personal es muy amable, educado y saben recomendar al cliente según los gustos de los mismos. El aforo es limitado por lo que es muy aconsejable reservar antes de ir. Felicidades por haber montado un nuevo concepto de restaurante.