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Gran restaurante! Carta de vinos muy interesante, cuidada al detalle con referencias para todo tipo de gustos y bolsillos, mucha calidad a precios decentes. La carta varía a diario pues trabajan producto fresco, con muy buenas propuestas y medias raciones en los primeros para poder probar varios platos. En nuestro caso fue impecable de principio a fin, con varios platos sorprendentemente buenos. Servicio sencillo y familiar pero muy profesional. Local algo pequeño pero acogedor, precisamente una de claves de su éxito. Que sigan así, es un gran restaurante súper recomendable! volveremos!
Impresionante!!! El local es pequeño, cuatro mesas, pero la barra da mucho juego. En nuestro caso cenamos de pie, pero creedme cuando os digo que esa barra bien supera a mil cenas sentado. Merece la pena ver al propio chef manejar la plancha y los fogones al tiempo que te saca platos de 12 sobre 10. Cuidado, cariño, mimo y sabor, mucho sabor.
¡Muy recomendable! Buenísima relación calidad-precio, trato muy amable y comida muy buena. Opciones de 12 primeros y 6 segundos. Es un sitio muy pequeño, apenas 4 mesas para comer (necesario reserva), y una pequeña barra donde puedes tomarte un vino y pedir una ración, además de la opción de comida para llevar. Carta variada de vinos también Sin duda, ¡un sitio a probar si tienes opción!
Maravilloso. Producto de calidad a buen precio, cocina excelente, todo lo que pedimos estaba buenísimo. La atención impecable, Marcos es súper amable y cercano. Por poner un pero, el local es pequeño y al estar lleno hay bastante ruido, pero el punto bueno de que sea pequeño es que la atención es muy rápida y buena. Con ganas de probar el resto de la carta, volveré seguro
Si vuelvo a Valladolid, reservaré nuevamente con ellos. Qué maravillosa atención, qué profesionalidad, qué calidad de producto, preparación y servicio. El lugar chiquitín pero acogedor. Permiten perros siempre y cuando se porten bien y no molesten a otros comensales. En nuestro caso además les trajeron agua. En serio FANTÁSTICO. La comida, TODA, más que buena. Un espectáculo. No os podéis ir sin probar el helado de mojito, sinceramente impresionante y súper logrado. Recomendado 100% una y mil veces. Seguid así, da gusto con negocios como estos.
Bendito festival nos hemos pegado gracias a los hermanos Martin Quiroga. Superan, con creces, todo lo que buscamos a la hora de comer (y más en estos tiempos de crisis que corren): Precio asequible, cantidad y sobre todo CALIDAD en cada uno de sus platos. Aunque nos tocó comer en la barra, ya que reservando es imposible, fue todo un lujo comer aquí. -Salmorejo: súper cremoso, muy rico. -el famoso carpaccio de gamba, un acierto siempre. -ensaladilla rusa levemente picante con bonito y salsa de aceituna, muy pero que muy buena. Sabor diferente a lo que estámos acostumbrados. -boquerones con soja, sin palabras, que textura.. suave y sin una espina. -gambas thai, otro imprescindible -atún con tomate y almendras tostadas, nos dejó atónitos. Se convirtió en EL PLATO de la comida. Gracias de nuevo a esta familia, también, por su amabilidad y trato. Sin ninguna duda, volveremos!!!
Que decir... uno de los mejores restaurantes de Valladolid. Rico todos los entremeses. el carpacho (de gambas, de corzo, atún,....) Chipriotas con una salsa verde. Los segundos también son buenos: El rabo (no siempre lo tienen) Bacalao Magré de pato Chuletón (por poner un pero podía ser algo mejor) Postre cualquiera de ellos... (mango con fresa, glan de queso, trufas....) Por cierto, no tienen carta ni precios... pero no te preocupes por no es nada caro para la calidad que tienen. El camarero de sala en todo momento atento a todo.(buem servicio) Recuerda tienen pocas mesas así que es un lujo comer allí y suelen hacer algún plato de temporada.
Experiencia maravillosa. Calidad, buen servicio,cocina innovadora, postres riquísimos.... Recomiendo las yemas de Santa Teresa y el carpaccio de gamba blanca, aunque todo está rechupete.