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Gran experiencia. Trato excepcional, servicio perfecto con todo el personal súper atentos y pendientes de cada detalle. Comida rica con muy buena presentación. En nuestro caso optamos por la carta, que eso sí, es un tanto reducida. Raciones pequeñas a un precio acorde al nivel del local, perfecto para pedir un poco de todo y compartir. Gran final de fiesta con unos postres de diez. Para rematar la velada se puede tomar una copa en la terraza. Totalmente recomendable.
Una cena increíble!!!!!! Pedimos el menú degustacion por que era nuestra primera vez, y así poder probar un poco de todo y acertamos. Es increíble lo bien que te explican el por qué de la fusión de la comida Vasco Japonesa y cada plato, para que así los disfrutes mejor.. La atención del personal es increíble, como están tan pendientes de tus opiniones sin duda por que quieren hacer mejor aún su trabajo. Sin duda un sitio al que volver y seguir disfrutando de su carta. Muy recomendable,
He estado en otros restaurantes con la firma de Eneko Atxa y por la buena experiencia que tuve en ellos no pensé que llegaría a decir que el NKO me ha parecido decepcionante y pretencioso. La fusión vasco-japonesa me ha parecido muy traída con hilvanes por mucho que antes de empezar a probar el menú degustación te hagan una muy correcta explicación de en qué se basa. Repaso al menú: - Los edamames estaban excesivamente salados y demasiado picantes. Nos costó terminarlos. Para avalar nuestro nivel de tolerancia al picante aclaro que veníamos de tomar un vermú preparado con chile en una coctelería de moda en la capital vizcaína. - Los nigiris correctos pero no espectaculares como se supone a un sitio especialista en comida fusión japonesa. Una mezcla a partes iguales entre clasicismo (atún y salmón) e innovación (txitxarro y salmonete). - La tempura de cangrejo con salsa vizcaína espectacular. - La robata rica pero fría, otro detalle que no se justifica aunque el comedor esté a tope y la opción de calentarlo (que nos ofrecieron) es inviable porque se sirve al punto. - La torrija con helado de té matcha es otra muestra de corrección sin ir más lejos. En definitiva, la calidad de los materiales es muy buena pero la relación preparación - precio no se justifica, en mi opinión. En cuanto al servicio: El comedor estaba a tope pero las esperas entre platos fueron largas y la mesa de al lado (que llegó 5 minutos más tarde que nosotros) esperó más de media hora para empezar y no lo hizo ni tan siquiera en el orden que les correspondía según el menú. Eso sí acabaron antes que las dos mesas que habíamos empezado primero. Estar en una mesa al lado del puesto de control del área de servicio ayuda a escuchar comentarios que tampoco ayudan a salir con un buen sabor de boca. Mucho camino por recorrer.
Ambiente elegante pero desenfadado, dos menús degustación. En mi caso opte por la opción de Niguiris a la carta, sabores mezclando gastronomía vasca y japonesa. Interesante opción para ir con amigos. El personal de sala y cocina realmente amable.
Queríamos conocer cómo fusionaba Eneko Atxa la gastronomía vasca con la japonesa y puede que hayamos ido con demasiadas expectativas. La comida estaba buena, pero nos ha faltado algo más de chispa, exceptuando los nigiris que nos han maravillado. Si volvemos será sin duda para probar la carta de nigiris y por la atención, que ha sido genial y muy cercana en todo momento. Sí me gustaría sugerir que no dejen las cubiteras en la mesa, ya que puede resultar molesto a pesar de haber espacio para comer. También estaría bien que ofreciesen agua no-embotellada (teniendo en cuenta el compromiso de Eneko Atxa por la sostenibilidad y el medioambiente). Por último comentar que el precio del café (4€ por un café solo Baqué) nos ha dejado fuera de juego.
DISAPPOINTING, DECEPCIÓN! Cenamos un menú degustación, en las fotos aparecen los platos. No hubo ninguno que me alagase el paladar, todos fueron muy normales. Desde los Edamames a la brasa con muchísima sal, hasta los nigiris, con muy poco sabor ninguno de ellos. La cantidad no es justa. Es muy poca. Muy muy poca. Salí sin saciar, tampoco mi expectativa era salir a reventar, pero con sensación de haber cenado. Eso junto con el precio del menú degustación, hace que no haya salido nada satisfecho del restaurante. El servicio fue correcto. Al hacer la reserva por teléfono, me preguntaron a ver si era algún evento tipo cumpleaños, celebración… Les dije que sí, que era un cumpleaños. No sé cómo es cuando no es una celebración o algo especial, cuando sí lo es como les indiqué cuando me preguntaron, NO HAY NADA. No entiendo el porqué de la pregunta a la hora de la reserva.
Comida rica y sitio agradable. Lentos en servir pero la atención de los camareros muy buena. Edamames muy ricos a la brasa, en su punto, ni duros ni blandos, muy recomendables al igual que los baos. Los nigiris de ostra y gamba muy buenos, mucho sabor, sorprenden en paladar. El de sardina pasable. La tempura de cochinillo muy recomendable, no grasosa en su punto, se deshace en la boca, crujiente muy bien hecho. Ramen de manitas muy potente de sabor Las costillas en barbacoa japonés extraordinarias, suaves y sabrosas, con uno de los mejores puré de patatas q hemos tomado De postre la flor de mousse de chocolate con citricos De lo mejorcito, muy buena combinación de sabores ácido dulce. Tomamos una copa en la terraza, muy agradable, buen servicio, nos recomendaron extraordinariamente los cocktaileros.
Fuimos 2 y como era la primera vez, nos decidimos por el menu degustación. Los 3 primeros entrantes bastante correctos, edamame, unas piezas de sushi muy buenas, y el cangrejo. A partir de aqui la cosa ya no cuadraba, el eran cuatro fideos y caldo super concentrado y bastante espeso, y el magret de pato con salsa hoisin nada del otro mundo y una racion minuscula para 2. Las fotos son de las 2 raciones del menu degustación. He estado en menús de otros restaurantes de Eneko donde era raciones pequeñas pero un montón de platos y acabas lleno, esto no sucedio en NKO para mi desgracia. Calidad/precio no merece, no creo que vuelva.