Cocina cordobesa en una casa de 1966. Cocina tradicional cordobesa y flamenco en casa de 1966 con azulejos policromados, vigas vista y patio típico.
El patio interior es muy bonito y bien ventilado. Pedimos salmorejo, rabo de toro y berenjenas fritas con miel de caña. El salmorejo estaba algo insípido (sin ajo y soso). Todo lo demás delicioso. Nos atendieron muy amablemente. Gracias.
Tapeamos y estuvo genial. El camarero nos aconsejo muy bien por la cantidad de comida. Las medias raciones están muy bien de precio. Además el sitio es bonito. Fuimos recomendados y fue un acierto.
Tomamos unas cañas y alguna ración y todo perfecto. Las cañas bien tiradas, todas las tapas muy buenas, buen precio y personal muy agradable. Estuvimos en la barra pero dentro parecía muy guay. Cuando volvamos reservaremos para comer en el salón o el patio.
Lugar muy acogedor. Comida en familia. Servicio muy rápido y atento. Los camareros simpáticos y profesionales. Lo recomiendo.
Comida muy buena. Raciones abundantes, nosotros pedimos medias raciones y estaban fenomenal. El salmorejo y el rabo de toro exquisito. El personal es muy amable. Recomendable
Vimos la recomendación por Internet en un blog que tenía un post de que ver en Córdoba en dos días. Está justo a la entrada de la puerta Almodovar en la muralla. Tiene terraza y patio interior. Pudimos comer dentro del patio y fue un acierto, ya que es como más típico. Pedimos mazmorra (como un salmorejo de almendras), bravas y cohifrito (cerdo lechal frito). Sólo pedimos medias raciones por recomendación del camarero. Con las medias tienes de sobra para dos. Nos sorprendió, que nos aconsejo a nuestro beneficio y no para vender más. Además pedimos la torrija y tardo bastante en salir. El camarero muy atento, cuando vio que no nos la habían servido, nos ofreció una copita de vino dulce para cada uno mientras esperábamos. ¡¡Un detallado!!. Pero lo mejor fue cuando llegó la cuenta. No nos habían cobrado la torrija y aunque se lo dijimos al camarero, no nos la quiso cobrar por la espera y eso fue un gran gesto, aunque nosotros no tuvimos problemas de esperar, ya que estábamos muy a gusto. Los precios están bien y puedes probar platos típicos. La atención muy buena y el camarero que nos atendió muy simpático y pendiente. El fallo solo fue la tardanza de la miloja, pero el detalle del vino dulce y que no nos la cobraron, cubre con creces la espera. ¡MUY bien!!
Restaurante en plena judería, muy bonito y típico cordobés, fuimos por las reseñas. La mazamorra estaba buenísima y las croquetas de la abuela también aunque quizá un poco subidas de sal. El salmorejo sin nada que destacar y el flamenquin no estaba bueno, no se si sería ese dia o que, pero estaba como ácido.
Tipico sitio cordobes con patio interior agradable. Recomiendo mazamorra y croquetas de jamón (no si comes bajo en sal porque están fuertes/ sabrosas ya que tienen mucho jamón). Los bastones de berenjena tambien ricos. Pedir medias raciones es un acierto