Restaurante con platos catalanes y japoneses. Restaurante sofisticado, con terraza, cocina clásica catalana y algunos platos japoneses.
Realize una reserva en interior ( terraza muy demandada por las vistas) y la verdad que estuvimos muy bien. Local amplio y agradable. Platos muy ricos y precios adecuados a la calidad del producto. El camarero atento y correcto en todo momento. Vale la pena ir.
Versátil. Este restaurante situado en un palacio es ideal para disfrutar de un espacio muy típico de Barcelona. Tanto si quieres unas tapas en una terraza de lujo, en un primer piso dese el cual observar en ambiente en una de las calles comerciales referentes de la ciudad, como si quieres reservar mesa en el interior para disfrutar de un àpat privado. El servicio trabaja mucho más tranquilo en las salas interiores, pero en todo caso muy eficaz y atento. La cocina y el precio son adecuados al lugar.
El restaurante está en una zona muy bonita de Barcelona, tiene uan terraza muy comoda cuenta con un ambiente interior bastante amplio con una bonita decoración. La verdad queria comer algo allí pero solo terminé tomándome un café porque no me gustó la atención por parte del personal del primer turno de un día domingo. Seguramente iré en otra oportunidad. La comida que tienen para ofrecer se ve muy buena y creo que se puede pasar un buen rato.
Muy bonita experiencia y muy rico restaurante. Los platos muy ricos! Muchas gracias a Yinyin por habernos atendido tan bien. También a todo el equipo por haberle cantado tan efusivamente cumpleaños feliz a mi cuñada. Lo pasamos increíble. 100% recomendado!!
Sin duda un restaurante para turistas. El local no está mal, pero tampoco tiene nada de especial. Platos con presentaciones pobres para unos precios bastante elevados. Nada a destacar de la cocina y menos del servicio. Y caso te dejes casi todo el entrecot o el postre no te preguntan ni el motivo, así que bueno, para ir una vez y no volver.
He visitado varias veces este restaurante con la familia, porque aceptan perros en la terraza y es un lugar tranquilo. Siempre nos vamos contentos por el buen servicio y la buena comida. Recomendable pedir los Mejillones, las croquetas y los canelones, entre otras cosas.
Experiencia gastronómica brutal, servicio espectacular de Ros y sensacionales manos del chef Sergi, local acogedor en el corazón de Barcelona
La comida y la atención estuvo 10/10. Las papas bravas, las croquetas de jarrete y butifarra y el pulpo a la roca fueron nuestras elecciones y sugerencias de Jacobo y estuvieron deliciosas. De postres pedimos un mil hojas y por supuesto una crema catalana que cerraron nuestra cena con broche de oro!