Restaurante retro de mariscos y paella. Restaurante antiguo de platos de mariscos y paella clásica, con pisos a cuadros y vigas de madera.
Teníamos ganas de volver al mítico 7 portes… Junto a otra pareja de amigxs fuimos a cenar las 2 parejas y disfrutamos pero no estuvo a la altura de nuestras espectativas. El 7 portes es de comida tradicional de alta calidad, en un enclave muy bonito y siempre ha tenido mucho nombre, pero como a muchos restaurantes, el turismo ha hecho que se convierta en una fábrica de sacar platos para rotar el máximo de “guiris” por turno. La comida, excelente como siempre, pero el servicio nos defraudó mucho y al mismo tiempo nos sorprendió. No pienso que vaya a volver y me da pena que pasen estas cosas con los restaurantes de toda la vida de Barcelona.
Pedimos un pulpo sobre patatas a lo pobre y una paella tradicional con langosta, y aunque todo estuvo rico, la verdad esperaba un poco más, las patatas estaban un poco simples y las gambas de la paella no estaban bien limpias. Lo mejor de nuestra visita fue la atención de David, el mesero más amable que he conocido en Barcelona hasta la fecha. Además, también fueron muy amables en asignarnos una mesa cuando no teníamos reservación, pero si es recomendable reservar con anticipación.
Un restaurante clásico de clásicos en la ciudad de Barcelona. Comida tradicional catalana donde destaca la paella Parellada tradicional con langosta ?, pero no se queda atrás sus pescados y carnes de muy buena calidad. Los postres muy buenos también.
Realmente me gustó el lugar. Entre pensando que iba a ser el clásico lugar para turistas con poca calidad y salí muy sorprendida. La comida es muy buena! Destacó el atún y su acompañamiento. Para mejorar: las verduras venían con mucha agua y no me parece bueno que yo como cliente tenga que estar escurriendolas y preocupándome de no mancharme en el proceso.
Fuimos de celebración de cumpleaños, el local es muy família y acogedor. Nos atendió David cómo camarero y estuvimos como en casa. Muy servicial y atento. La comida estaba bueno el arroz caldoso con bogavante muy recomendable y el mousse de chocolate divino.
Primera vez y repito seguro. El local es precioso, conserva la esencia del siglo pasado, pero sin parecer anticuado. El servicio es muy bueno. La comida es muy buena también, tradicional, de calidad y con cantidad suficiente.
Como siempre estupendo en un ambiente agradable. Muy bien la comida, en particular el lenguado para dos. Estaba lleno y la atención fue justa. El precio es importante como lo es el sitio, todo hay que pagarlo
Sigue siendo uno de mis restaurantes favoritos de Barcelona, sobre todo por su decoración clásica que te permite hacerte una idea de cómo eran los restaurantes de principios del siglo XX y finales del XIX. Tiene casi 200 años!!! Buen servicio, elaboración y calidad de los platos. Aunque las paellas no son todo lo buenas que eran hace unos años.