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Muy bien ubicado en pleno centro, buen servicio, interesante para ir a comer un bocadillo. El lugar está bien adecuado, una linda decoración y hasta tiene una máquina tragamonedas. Tiene también un mural muy bonito que me ha encantado.
Un bar agradable en el centro de la ciudad,a unos metros de la plaza de España.Los pintxos son muy deliciosos,la atención es correcta;pero no reciben pagos con tarjeta. Por lo demás esta muy bien.
Bar de pinchos sin mas en el cual el sabor de sus pinchos y la variedad es normal. El pan de los pinchos se notaba aceitoso y chicloso.
He ido a tomarme una cerveza y a llevarme un par de pintxos y me he quedado alucinado con el trato tan borde y seco de la camarera. Además de que el pintxo de tortilla era pequeñisimo para cobrarme 3e. Y no me ha puesto ni un mísero trozo de pan. El otro pintxo bastante grasiento. Me han cobrado 0,10 x el envase en el que me han metido "tirados" los 2 pintxos. Vale que esté ubicado en una zona cara por ser el centro, pero precisamente por eso, deberían cuidar más el trato y la calidad de sus pintxos.
11€ por dos Aquarius y dos pintxos de tortilla enanos que llevaban todo el día hechos. Estaban duros y encima súper secos. No sé cómo no les dio vergüenza cobrarnos eso por lo que nos ofrecieron... Encima no aceptan pagar con tarjeta y cada dos por tres se nos acercaban para intentar echarnos (cuando solo llevábamos como 25 minutos y no había prácticamente nadie aún siendo sábado a la noche, con partido de fútbol, frío en la calle y estando todos los bares de la zona a reventar... Aunque ahora entendemos por qué). No volveremos.
Buena ubicación. Precios desorbitados en relación calidad/precio/atención. 12,80€ dos cañas y dos pintxos de tortilla de patata "decentes" para una ocasión pero no repetiría. La atención del personal normal, nada extraordinaria.
No puedo decir mucho de este bar , solo hemos estado una vez pero no volveremos a repetir . Pedí una tortilla rellena que estaba bien , pero además de eso pedimos un caldo que era PENOSO . Nada más cogerlo para llevarlo a la mesa , me sorprendió el olor tan fuerte que tenía a Avecrem, las típicas pastillas de glutamato para dar sabor a los guisos . Es que olía como si habrían echado 50 pastillas de esas en 1 litro de agua , lo dejamos entero , no era ni medio normal , solo el olor lo decía todo . Mi pareja le dio un sorbo pero menos mal que no le dio ninguno más por que le habría sentado hasta mal . Sé que un simple caldo, es algo un poco insignificante pero es que nos sorprendió por que con 4 hortalizas , unos huesos y un poco de pollo o ternera , tienes un caldo bueno , no hace falta añadirle un cesto de pastillas de avecrem . Nos llevamos una decepción y sobretodo … un mal sabor de boca con aquel caldo .
Fuimos a tomar algo y comer unos pintxos que he de decir que estaban Buenos, 4 pinchos y 4 cafés 20,10€. Preguntamos al dueño si podíamos cerrar 1 de las 2 puertas porque hacia muchísimo frio, tanto que salia vaho de nuestras bocas y su respuesta fue "no,no,mal,mal" no supo darnos una respuesta a porque no se podía con el frío q hacia. Para que os hagáis una idea, uno de los trabajadores estaba con un plumas, el que estaba en la barra con sudadera y otra camarera tambien abrigada y con fular. El el bar nadie estaba sin chamarra. Terminamos los cafés y enseguida vinieron a quitarnos todo de la mesa dejándonos la mesa vacía y asi invitándonos a irnos. A pesar de que los pintxos y el café nos gustaron no volveremos.