Asador castellano con horno de leña. Asador castellano con horno de leña y lechazo asado, decorado con madera tallada en paredes y techos.
Sitio acogedor y con solera…da gusto el olor cuando entras. Restaurante clásico….vajilla de la cartuja muy bonita…. La comida…..la morcilla nada del otro mundo….frita sin más……nada de especial como si la hicieras en casa. El cordero no estaba mal pero plis he comido bastante mejores….quizás habrá sido coincidencia….le faltaba un punto…?? Malo no estaba, todo hay que decirlo que estaba rico pero no para ganarse las 5 Estrellas. La camarera un poco pez pero todo el mundo tiene qué aprender….el chico muy atento….en eso no puedo poner pegas por lo demás el resto muy bien Recomiendo ir a comer cordero Un detallazo las Ros quillas que ponen al final de la comida…..la tarta de queso estaba muy buena….pero lo que más me gustó fueron las Ros quillas y el moscatel….
Sitio acogedor, muy buena atención y la comida con gran sabor. 1/4 de lechazo bastante abundante y cecina de León, el postre tarta de queso muy rica y a mayores nos dieron unas rosquillas. Recomendable 100%
Para mí es uno de los mejores restaurantes en Valladolid, recuerdo cuando mis padres me llevaban de pequeña y hacía años que no lo visitaba. Sitio emblemático para comer un buen Lechazo, si Sr@s, lechazo como se dice en mi tierra. La ubicación es buena, para aparcar depende del día, si vas con peques buena accesibilidad y en frente está el Campo grande, lugar para jugar los más pequeños. Que decir de su comida.... Lechazo, espectacular, hecho en horno, las croquetas buenas, la ensalada, sopa castellana...Y de postre lo que más me gusta es la leche frita. También hay variedad de postres caseros. El personal muy agradable, calidad precio aceptable ya que los productos son de calidad y como siempre, cuando vuelva repetiré.
Asador clásico y uno de los mejores sitios para comer lechazo en Valladolid. De entrate tomamos pimientos asados, muy buenos, y uno de los revueltos, que no estaba malo pero nada especial. El principal, evidentemente lechazo, espectacular. Lo acompañamos con patatas fritas, caseras y ricas. Los postres fueron lo único de lo que esperábamos algo mas. En especial de la tarta de queso, que deja bastante indiferente. La atención recibida fue excelente. Precio justo por lo que se come. En resumen, muy recomendable.
Muy buena cocina tradicional y de Castilla en el centro de Valladolid. Pedimos lechazo, y sin ninguna duda fue una maravilla. De entrada tomamos morcilla y pimientos asados que estaban muy ricos. Tomamos ensalada con el lechazo. De postre el hojaldre típico de la casa que estaba buenísimo. Muy buen sitio de lechazo, merece la pena probarlo.
Comida de negocios. Instalaciones sobrias y elegantes, buen servicio y trato del personal y un producto de primera. Me gustó que preparan raciones de lechazo individuales, buena idea por si los otros comensales no desean pedir lechazo. Mención especial a la tarta de queso al horno, me encantó. Muy recomendable.
La experiencia buena, el lechazo estaba muy rico, pero por ejemplo pedimos morros para picar antes de comer el lechazo y nos metieron algunos que estaban pasados, deberían tener más cuidado con estas cosas porque los clientes no somos tontos aunque no digamos nada. El personal no sé si por falta de tiempo o qué tampoco tienen un gran empatía con el cliente. Si quieren seguir siendo un restaurante con nombre como lo son creo que esto último lo deberían trabajar un poco.
Reservamos y encargamos un cuarto de lechazo delantero para dos. Al llegar pedimos uno de los dos menús que tienen (preguntando previamente si era compatible con el cuarto que habíamos encargado y no pusieron problema). Pedimos vino y nos llegó el camarero con la botella ya abierta (el vino estaba pasado). Al retirar uno de los platos el camarero salpicó y cayó una hoja de lechuga en mi vaso de vino recién echado (pidió disculpas varias veces). Al llegar al lechazo nos lo trae antes de trocear la pieza y vemos que eso no era un cuarto era menos, nos quejamos y nos lo cambió. En fin, esto fue en Semana Santa con el restaurante lleno de turistas y nos lo quisieron colar como a ellos.