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Delicioso restaurante de comida casera. Clásico, acogedor y de toda la vida
Fatal. Una grandísima decepción. Parecía una casa de comidas auténtica, y tenía ganas de ir desde hace tiempo pero el resultado es nefasto: Croquetas nada especiales con todos los posos negros pegados de un aceite requemado, pimientos de piquillo pasados y todo bastante malo.Comida sencilla sí, pero mal hecha y muy caro para lo que es y la calidad que dan. Una tremenda decepción.
Mi valoración, aunque alta, es neutra. No pude entrar. Me presenté con un amigo a la 13:00 y nos dijo un muchacho que abría "a la 13:15 o por ahí". Le preguntamos qué era "por ahí" y dijo que a las 13:20. Volvimos a las 13:20 y seguía cerrado. Creo que más que El Comunista debería llamarse El Anarquista.
De los mejores flanes que he comido. Comida casera muy rica en un local clásico y con solera.
Un lugar increíble para comer como si fuera un abrazo de abuela
Creo que a bajado mucho la calidad precio. Lo considero caro por lo que te ofrecen
Soy incondicional desde hsce muchos años. La gallina en pepitoria, los callos, las croquetas y los sesos rebozados son imprescindibles. Local con solera, como los de antes. Me encanta.
El local es maravilloso, auténtico, conserva la esencia real de una taberna-casa de comidas de hace 100 años, pero… la comida, es una auténtica bazofia, es francamente mala y además cara, sobre todo para lo que ofrecen. Pedimos unas lentejas, que parecían cocinadas por un niño de 10 años que no ha hecho ni un cola-cao en su vida, malísimas y después, el remate, fueron unos txipirones absolutamente demenciales, malos, malos, incomibles. Eso sí, a la hora de pagar, olvídate de la tarjeta, todo en cahs y sin factura por supuesto.