Restaurante El Sella Triana (Sevilla)

Calidad de la comida excelente. Muy bien elaborada y muy bien presentada. El camarero genial, le pedimos consejo para la elección de las tapas y sus consejos fueron acertados tanto en la cantidad como en la diversidad. Es la segunda vez que vengo y seguro que no será la última.

Es un restaurante asturiano con un producto base de una calidad altísima. La atención del personal es muy buena, amable y atenta siempre. Las raciones son generosas y su precio es justo. Todo es casero y te informa de ello, lo cual es genial. Los fines de semana solo sirven tapas en guisos, para que lo tengáis en cuenta. Recomiendo hacer reserva ya que suele llenarse. Es un sitio que recomiendo y al que volveré para descubrir más de su carta, que además es amplia (y cuenta con opciones fuera de carta, como las tostas de anchoas del Cantábrico que adjunto en la foto). Muy contento con todo

Realmente espectacular, soy asturiana y puedo decir que he comido mejor que en muchos sitios de Asturias. Todo muy bueno y de muy buena calidad. Lo recomiendo para los asturianos que visiten Sevilla y para los no asturianos que les guste el buen comer. Y la calidad superior

Desde el primer momento te atienden con una profesionalidad exquisita, simpáticos y amables. Comimos de maravilla, muy a gusto, tranquilos y acogedor. Los platos estaban buenísimos. Pedimos unos entrantes y por suelo cachopo, pero no pudimos con él, y yo soy de comer, pero era enorme. Amablemente nos indicaron que nos los lleváramos y nos prepararon todo lo que no pudimos comer.

Pedimos tapa de ensaladilla de pulpo que estaba muy buena, croquetas de carabineros, fabada que estaba de locos, cschopo tradicional y de "postre" cochinillo. La comida estaba increíble, un sitio al que volveremos, y la atención de Toni un crack y muy profesional, nos recomendó en todo momento y no falló.

La cocina asturiana bien elaborada y de calidad siempre es sinónimo de éxito. Y en la Calle Pureza encontramos este ejemplo. Local muy bien decorado hasta el último detalle. Servicio amable y carta amplia donde destacan los quesos asturianos, mariscos, la fabada (que se puede tomar en tapa), los típicos cachopos y los postres. Todo maridado con una gran variedad de vinos.

Fuimos a cenar, trato del personal correcto. Mejor reservar ya que suele estar lleno. El local es tranquilo y tiene pocas mesas. Los platos que probamos. La ensaladilla buena hasta que el pulpo se termina, luego es bastante normal. Croquetas de pixin sabrosas. Croquetas de Cabrales, sin sabor alguno a queso, secas. Las tapas traen 4 croquetas. Carne, buena ración pero la carne muy fría. Tarta de queso, buena sin más.

Por recomendación fui y me decepciono. El cachopo estaba tan tostado que casi ni se podía partir, las croquetas de cabrales de verdad que estaban malas no sabían a nada , a masa frita sin queso , totalmente insípidas. La tarta de queso asturiana muy normalita y ademas estaba demasiado fría y seca por el borde , lo único que se salvo fue el arroz con leche. El restaurante es acogedor y el servicio bueno. Relación calidad precio muy mala.