Diáfana marisquería con postres caseros. Mariscos, pescados y repostería artesanal en un luminoso local, decorado con maderas nobles y mármoles claros.
Muy buen local tranquilo y bien atendido. Buena cocina con una carta muy correcta ni extensa ni breve, todo producto fresco cocina de mercado, raciones abundantes y muy bien presentadas al plato. Para repetir y probar toda la oferta.
Un restaurante que sin duda destaca por su atención. Muy amable. Los platos estaban deliciosos y servidos en la mesa enseguida. Ideal para ocasiones algo más formales. La temática del restaurante es gallego y tiene decoraciones a conjunto. Genial!
Restaurante con un servicio y profesionalidad excelente que ofrece productos de buenísima calidad, cocinados maravillosamente. Respetan rigurosamente los protocolos de Covid, por lo cual trasmiten seguridad. Ha sido un placer comer allí, volveré sin duda. A cualquier restaurante que voy, si lo tienen en la carta, pido tarta de queso, y he de decir que la que comido hoy, es la mejor que he probado nunca.
Cocina excelente y saludable. Carta para celíacos. Salón tranquilo donde puedes degustar todo de forma relajada. Buena carta de vinos. Somos catadores. Hemos comido muy agusto. He preguntado al dueño por como se cocinaba las alcachofas. Le gustan mucho a mi padre y no ha tenido problema en darme la receta. En este sentido, ha sido sumamente amigable y comprensivo. Mi padre y hermanos van mucho. Hoy hemos sido invitados el resto de familia por cumpleaños de mi padre. Nos ha alegrado ir. Volveremos
Hoy he vuelto a Restaurante Eladio después de más de veinte años y he disfrutado muchísimo. Nada más entrar me he encontrado con Don Eladio, que está formidable y sigue siendo tan acogedor como siempre. El local está actualizado, pero conserva ese aire especial, tranquilo, acogedor Hemos tomado platos deliciosos, aunque me resultaba difícil elegir, pues cada línea del menú o me traía buenísimos recuerdos o me prometía otros nuevos. Finalmente nos decidimos por un pulpo 'a feira', un rodaballo a la gallega y un steak tartare (naturalmente, preparado ante nosotros en la sala y personalizado al gusto; no me gusta que este plato venga ya confeccionado de la cocina). Y todo eso regado con un vino gallego de una mencía que en Valencia sólo tienen ellos. Delicioso. Ventajas de comer con mi enóloga de cabecera. Naturalmente, como aquí no podía ser de otra manera, el servicio exquisito, profesional y amable, hasta en los más mínimos detalles. Y lo mejor de todo, esa conversación tranquila y relajada, hablando de lo que de verdad importa.
Lugar emblemático en valencia donde la estirpe familiar capitaneadas por el señor de la casa ,el señor Eladio, dan un servicio muy bueno con un producto espectacular y con un ambiente acogedor donde son muy amables , simpáticos y muy atentos Con un producto muy bueno y bien elaborado. Una experiencia muy gratificante.
Muy buena la comida, atención. Impecable. Precios un poco elevados pero vale la pena.
Hemos sido otras veces y fenomenal pero esta última llevaban un poco de descontrol servicio muy lento pero la comida como siempre es excepcional