Lugar rústico y elegante de parrilla y pescado. Encantador restaurante de piedra y madera con un jardín con luces colgantes que sirve mariscos y platos españoles de carne.
Hice la reserva otro día por error pero llame por teléfono y el personal muy amable me hicieron hueco el día que creía haber reservado . La comida muy rica y el ambiente en la terraza muy agradable . El personal un poco serio para mi gusto pero correcto . Lo que más nos gustó fueron las patitas de pulpo y el arroz con carabineros . Lo que menos las almejas de carril a la sartén, la ración un poco escasa y falta de sabor .
Restaurante bonito y acogedor a pesar de su gran tamaño. Producto del mar de primera, como no podía ser de otra manera siendo quienes son sus dueños, probamos su famoso lenguado Evaristo muy bien tratado en su gran parrilla. Fenomenal servicio por parte de Ana, la camarera que nos atendió, eficaz, diligente y simpática. Barato no es, aunque uno ya sabe en dónde se está metiendo, a pesar de ello me parecieron un poco excesivos los 16 € cobrados por dos finos que tomamos de aperitivo.
Este sitio parece salido de un cuento, en enero tiene todo su esplendor al máximo. Fui con mi pareja a cenar y todo fue un acierto. Habéis hecho un gran trabajo y la comida espectacular , los empleados que tenéis valen mil. Cuando fui aún no teníais la tarta de queso hecha y tenía que esperar , la pobre mujer hasta se sentía mal por no poder servirme la tarta de queso porque aún estaba en el horno, pero para mi eso no fue un problema porque así tengo más motivos para volver una y mil veces . Gracias equipo Filandon, sois especiales en hacernos sentir importantes .
Uno de los mejores restaurantes de Madrid. Sitio muy grande, con unos exteriores preciosos incluso para hacer eventos. El servicio de 10, siempre muy atento a todo. En cuanto a la comida, espectacular. Los pescados son el plato estrella. Sin duda volveremos!
El servicio genial, los platos que elegimos resultaron en general de nuestro agrado, el motivo de las cuatro estrellas, es porque aunque estábamos sentados en el interior del local, el calor era excesivo. Por otra parte debo decir que tanto el interior como el exterior del restaurante tiene cierto encanto y está decorado con gusto. Los baños muy limpios y originales. Si hubiéramos estado más fresquitos diría que la relación, calidad precio hubiera sido buena.
Tenía muchas expectativas y salí un poco decepcionada. Las croquetas buenas pero no espectaculares. Pedimos alcachofas a la brasa recomendación de temporada pero no quedaban, eso sí en la entrada estaban expuestas super bonitas, la falta de ir preparando más cuando el producto estaba fresco disponible me sorprendió. El chuletón muy rico. La tarta de queso se parecía en sabor más a un flan de queso. Y en cocina ni una de los empleados tenía colocada la mascarilla de forma correcta.
Primera pero no última vez que vamos a ir. Hacia tiempo que tenía ganas de pasarme por ahí, estaba dudosa porque las expectativas eran altas, pero las han cumplido por completo. Lo más destacado fue la profesionalidad de camarero, jefe de sala, recepción, etc etc etc aunque la cocina no le fue a la zaga . El rápido que nos pedimos fue una muy buena elección, ya que lo hicieron en su punto. La tarta de queso fue recomendación del camarero y acertó de pleno una de las mejores de Madrid seguro .
Reconozco que está rica la comida, y que no hay nada que no me haya gustado; pero, me esperaba más de las croquetas de jamón y de la ensaladilla (remarco que estaban buenas) Las croquetas de carabinero tienen un sabor intenso, y dejan a un lado las de jamón. Las alcachofas estaban ricas. Los principales estaban de 10. Y los postres ricos y sabrosos, aunque me esperaba menos cantidad de tarta de limón, no he podido terminar el plato (pero quizás por ser una cena) El servicio es un 10 desde el momento que entras por la puerta. Y el establecimiento es espectacular, nos han comentado que tienen capacidad para más de 1000 comensales...eso lo dice todo. Un sitio al que volver para probar el pulpo que me he quedado con las ganas.