Restaurante innovador con menús. Restaurante muy amplio y moderno, con menús de temporada y platos elaborados en una cocina abierta.
Fui con mi pareja a comer después de llevar esperando 9 meses para poder ir debido a que es un sitio que tiene una larga lista de espera. Quizás por este motivo, nuestras expectativas eran demasiado altas. El lugar y la atención fueron de 10, pero la comida nos pareció demasiado arriesgada (sesos, glándula salival de cerdo etc) y no nos gustaron varios platos, lo que nos pareció una pena cuando pagas un menú tan caro (menú largo de 80€ /persona).
Todo me pareció estupendo y sabroso, desde la bebida que te ofrecen al llegar, a los aperitivos servidos como si estuvieras en el salón de tu casa o al resto de la comida, que más que describir, aconsejo descubrir!! Tomamos el menú chalado con suficientes pases que te permiten apreciar el alto nivel culinario. Todo es "raro" ya que nada es lo que parece, salvo los sabores. De hecho no pongo título a las fotos para que cada cual se sorprenda. Hay un trabajo tremendo detrás de cualquier plato, por lo que hay que felicitar al chef y a su equipo. Es una maravilla ver como van preparando los distintos platos ante ti. La experiencia culinaria es muy original por el entorno y por cómo se desarrolla la comida. Sólo añadir que aunque el carrito de los quesos era espectacular, la ración me pareció un poquito escasa, pero quizás porque estaban muy ricos. Hay un detalle que modificaría y son las sillas altas que al cabo de un rato resultan incómodas. Estrella totalmente merecida!!
Gran experiencia. Buena comida, sabores, texturas... Recomendable. Y el trato genial. Quién diría, que en ese barrio te encuentras un restaurante así. Todo un acierto
Segunda vez que visito este restaurante para probar el menú largo de 80 euros. Fui nada más abrirlo durante la pandemia y lo vi con mucho potencial. Un año de espera para esta segunda vez, un poco locura. Pero queria ver la evolución en dos años.Comimos muy bien, había platos espectaculares y otros que te dejaban algo indiferente, pero en general esta muy currado y muy bueno. Buen trato, personal muy amable y atento. Habia habido cambio de personal desde la primera vez y habrá mas cambios seguro. Pero merece la pena visitarlo , aunque la espera sea larga. Para la estrella michelín los veo un poco verdes todavía, pero es cuestión de tiempo y de pulir unos cuantos detalles. Recomendable.
Fuimos desde Madrid y el viaje valió la pena. Supero nuestras expectativas, ahora entendemos porque 1 año de espera para la reserva. Continúen con ese excelente trabajo y el trato tan exquisito al comensal. Enhorabuena
Reservamos en este restaurante por la fama que tiene. Tienes varios menús para escoger, nosotros elegimos el menú largo, con el cual nos quedamos satisfechos. Creo que un menú con menos platos saldrías con hambre. El menú estaba bien, muy buena presentación de todos los platos, y una elaboración diferente. Todos los productos utilizados son productos "comunes", quizás yo esperaba probar algún producto menos habitual. La atención por parte de todos los trabajadores fue excelente. La decoración del local está muy bien, y ves en tiempo real la elaboración y montaje de cada plato.
Por causas del destino, este fin de semana pudimos visitar de nuevo de Gente Rara Restaurante tras 2 años, experimentar su merecida ⭐ Michelin y podemos afirmar que disfrutamos de la mejor experiencia gastronómica del año y en el top vital. Un concierto perfectamente orquestado por Cristian, Sofía y su equipo, dónde se suceden un sinfín de pases variados bajo una cocina honesta, de producto de proximidad y de vanguardia como hilo conductor. Una montaña rusa de sensaciones con diferentes paradas a lo largo del local, armonizadas por excelente producto gastronómico aragonés, con guiños a la matacía, caza y la casquería. Nosotros escogimos el menú más largo, Lunático, dónde se sucedieron 3 horas y media de hedonismo culinario que recomendamos encarecidamente ??. Y no podía ser menos la parte liquida, el espectacular sumiller Félix Artigas se adaptó a nuestro gusto y nos sugirió tantos vinos como se le ocurrieron para nuestra sorpresa y disfrute, aunque los iremos desgranando poco a poco en próximas publicaciones ??. El año pasado ya auguramos la ⭐ y vista la evolución de la propuesta, con la humildad, cercanía y pasión por el trabajo bien hecho, auguramos a este ritmo ⭐⭐?.
Nos encanto el sitio, el servicio impecable, la comoda deliciosa, los vinos una experiencia. Cada vez que explicaban un plato o la historia de un vino se notaba el cariño que ponen en cada cosa que hacen. Pedimos el menú medio con quesos y crepe, pero recomiendo coger el menú largo porque se nos quedó un poco corto (también es cierto que somos de comer bastante)