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Un lugar relativamente nuevo, no es muy grande pero tiene unas inmensas cristaleras abatibles que dan una sensación al local muy agradable de amplitud y también de terraza. La carta es variada y con platos sugerentes. El servicio ,agradable y diligente. Lo peor para mi , los vinos sin calidad ni oferta. Mejor agua o cerveza . Relación calidad precio ,normal
Restaurante Italiano pequeño pero con unos grandes ventanales que se abren y da mucha sensación de amplitud a la vez que parece una terraza. La.comida muy rica, los raviolis muy buenos y se nota que son caseros. Buena atención.
Este lugar es absolutamente fantástico. He venido 3 veces. La relación calidad-precio es la mejor que existe en Madrid. Ingredientes de altísima calidad. Todo es increíble. Servicio fenomenal. Recomendado SIEMPRE.
Es un lugar que recomiendo probar. A la hora de comer hay una luz muy agradable y el trato también es muy bueno. Es verdad que personalmente me gusta que no se espere a que se termine un plato para traer el siguiente. La próxima vez lo comentaremos y listo :)
Fuimos a cenar y nos encantó. Aunque el chef es italiano, su carta ofrece todo tipo de platos, y además muy originales. Para empezar, nos sirvieron un aperitivo (se cobra a 2.50€, junto al servicio) de pan de masa madre, hecho en el horno de leña, con una crema untable de berenjena y queso de cabra. Estuvimos cenando cuatro personas y pedimos todo para compartir. Empezamos por un ceviche de corvina. Muy rico, con sus sabores ácidos característicos pero apto para todos los públicos. Después vino la famosa coliflor hecha al josper con pasta de chiles. Me preocupaba que fuera fuerte para el estómago pero para nada. Por asemejarla a algo, diría que se parece al ketchup. Y la crema de nuez de macadamia que lleva de base fue lo mejor! Imprescindible pedirla. Y por último, llegamos a los clásicos italianos: pasta y pizza. Los parpadelle al ragù son un acierto y el flat bread de hongos buenísimo. Se nota el horno de leña y el toque del pesto de eneldo me gustó mucho. Ya que el tamaño es más reducido, es una buena opción para probar las pizzas y seguir probando más platos. Para terminar, pedimos dos helados. Nos sorprendió porque nos dijeron que cada unidad era una bola, y a la hora de servir vienen tres por cada plato. Nos asustamos un poco, pero después nos confirmaron que eso era “una bola”. El helado de yogur es de los mejores que he probado. Por poner algún pero, se notaban algunos cristales de hielo. En general, Her es súper recomendable. La comida es riquísima, original, el ritmo de los platos fue perfecto: ni lento ni muy rápido. Salvo el inconveniente del helado, todo fue fenomenal. Otro “detalle” es que al pedir agua te traen una jarra de agua filtrada. El precio fueron 109€, aproximadamente unos 27€ por persona.
Local espectacular y muy acogedor por la zona de Goya, con una amplitud enorme gracias a sus ventanales. En cuanto a la carta, esta tiene una gran variedad de opciones entre las que elegir, prácticamente todas pensadas para compartir y a un precio muy competitivo. En nuestro caso nos decantamos por las berenjenas, la coliflor, la pizza de champis y los ravioli, y no sabría decir qué me gustó más. Todos los platos con sabores muy curiosos y diferentes, por lo que a los que vayan les recomiendo arriesgar y probar cosas nuevas, les van a sorprender. Por último, los postres buenísimos (especialmente el yogurt) y el servicio siempre muy atento y educado. Muy recomendable.
A priori no llama tanto la atención, pero una vez lo pruebas es un sitio que no te deja indiferente. ¡Yo volveré sin duda! Comida mediterránea, inspirada sobre todo en la cocina italiana. Todo tenia muchísimo sabor y se nota que usan ingredientes de calidad. Muy buen servicio y ambiente, con buena música sin “aturdir” mientras comes. Nos sorprendieron sobre todo las mil hojas de berenjena y la tarta de queso (que podías sentir el sabor del queso azul al final). También pedimos la Parppadelle y el risotto de setas. Precio quizá algo elevado, pero coherente con la zona.
Es genial, entra en mi lista de favoritos en Madrid. El local que ha creado "Planta Estudio" es muy bonito y muy acogedor, sobre todo por la noche. La comida muy buena, y el único problema es no saber que elegir. Es un restaurante para ir varias veces y probar todo. El personal muy amable y agradable. (Tuvimos unos fallos en la cuenta final, que no coincidan varios precios con los de la carta)