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Acabamos de cenar, y nos han gustado, el producto es bueno y el ambiente muy bonito. La atención de los camareros es adecuada. La única cosa a mejorar es que se rompió el vaso de la cerveza recién puesta con la mitad sobrante en la botella y al llevársela el camarero, ha traído una nueva y nos han cobrado las dos, cuando hemos tomado una. Esos pequeños detalles, marcan la diferencia
Fuimos a cenar en Nochevieja con el menú degustación, la verdad es que salimos contentos. El sitio está decorado con gusto al estilo japonés. Me gustó que hubiera algo de intimidad entre las mesas. Respecto a la comida, hubo cosas que me encantaron como los nigiris, el tartar, el bacalao, los postres… otras dentro del menú no me gustaron tanto pero también me animó a probar cosas que de normal no habría pedido. Me gustaría volver otro día a probar las cosas de la carta. El servicio fue atento y amable. En general lo recomiendo si te gusta la comida japonesa.
Un restaurante japonés con una estética muy cuidada. El salón interior y el reservado tienen una decoración muy cuidada y bonita. Además, el local estaba muy limpio. Se notaba que cuidan cada detalle. Los baños estaban súper aseados e impolutos. Respecto a la comida todo estaba muy rico. Se nota que cuidan la materia prima. Y el servicio muy amable y pendiente de los comensales. Lo peor: tardaron mucho tiempo entre plato y plato. Eso nos desesperó. Y las raciones son muy escuetas.
Ambiente tranquilo, y es de agradecer. Local muy bonito. La propuesta gastronómica me ha gustado mucho, tanto en cantidad de las raciones como en la calidad de la comida. El servicio muy amable y atento.
Un lugar con comida japonesa, muy bonito, con una decoración muy cuidada y las mesas bastante privadas unas de otras, por lo que se estaba muy bien. La comida la encontré en general muy buena, el ramen algo distinto de otros que he probado, pero me gustó; me quedé con ganas de probar las gyozas y la berenjena miso que hacían. El tartar de salmón dentro de la bola crocante muy original, aun que no lo volvería a pedir. Por poner alguna pega, el servicio de sala era algo pesado y cargante y no conocían con exactitud lo que vendían, pero volvería otro día.
Estéticamente muy cuidado, propuesta gastronómica selecta pero muy acertada y el servicio excepcional. Fui por primera vez sola y probé el menú de mediodía. Me convenció tanto que la comida familiar la hemos hecho aquí y todo el mundo salió muy contento.
Estuvimos cenando allí ayer. Tengo intolerancias varías. (Gluten, lactosa, fructosa y SIBO). Al llegar nos atendió un camarero que parecía que era el más veterano allí, fue quién nos acompañó a la mesa, todo correcto. Cuando nos toman nota por la bebida (otro camarero) pedí una cerveza sin gluten y mi sorpresa fue cuando me dicen que no tienen pero me ofrece una cerveza 0,0, convencido que me estaba ofreciendo algo similar. Del mismo modo que me recalcó que era algo normal que no se tuviera en un restaurante... La primera vez en más de 3 años que me pasa algo así en un lugar de estas características. La comida es de calidad, el sitio muy bonito pero la atención y este tipo de detalles le restan mucho. No volveremos a ir y tampoco lo recomiendo a pesar de que se coma bien.
Local bastante céntrico en Valencia que descubrimos por casualidad y que fue todo un acierto. El local tiene una decoración cuidada y con gusto, además está muy limpio. Pedimos como entrante un maki de salmón que estaba riquísimo. Como segundo plato pedí ramen trufa shoyu que estaba delicioso. Lo que más me gustó de este ramen es que incluía huevo (en otros restaurantes es un plus que se paga aparte) y además puedes pedir picante, que dan en un cuenco individual para que puedas ponerte la cantidad que quieras, según te guste más o menos picante. Volveremos sin duda, pero reservaremos antes porque nosotros tuvimos mesa de suerte.