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Fuimos a cenar a la cervecería José Luís sobre la 22:00 horas. En la terraza, nos atendieron de maravilla, rápido y con mucha amabilidad. Todo lo que probamos están muy bueno, la cantidad era la adecuada al precio, el cual nos pareció correcto.
De los de toda la vida, con solera. También hay unos cuantos en Madrid. Sus sillas en la terraza de la rotonda de la plaza Cuba son características (verde y blanco) Variada de tapas de las de siempre. Los camareros un poco gritones pero forma parte del ambiente en la calle. Prueba el pincho de tortilla, rico rico.
Servicio profesional y amable.Croquetas de Carrillada crujientes y cremosas.Ensaladilla muy rica. Brioche de Pringa correcto, aunque algo seco.Tabla de quesos bien presentada pero que no destaca. En general es una buena opción.
Local algo concurrido, recomiendo tal vez reservar antes si quieres un sitio en la terraza. Servicio amable y rápido. No tardaron nada en atendernos y servirnos. Calidad precio corresponde, la tortilla buena y impresionantes las croquetas de la casa. El interior del interior del local decorado con una bonita exposición de diferentes cuadros y pinturas. El estampado de sus platos muy originales. Recomendable.
El atendimiento fue nefasto. El camarero iba a toda prisa, no nos miraba ni para pedir la comanda. Le pedimos consejo sobre lo que pedir y nos dijo "todo lo de la carta es recomendable"por lo que no nos ayudó. Pedimos una tortilla española (de lo más normal por no decir que estaba sosa y muy poco cuajada, para tenerlo en cuenta si no te gusta así o no puedes comer huevo crudo). También pedidos calamares que si estaban buenos. Los platos nos lo trajo otra camarera que, mientras ponía o tiraba el plato en la mesa hablaba con otros clientes .Los precios caros para lo que es pero sobre todo destaco el mal trato al cliente. Teníamos más ganas de comer pero por no aguantar esto nos fuimos a otro bar... Para no volver
Fuimos a comer y cómo nos gustó repetimos para cenar. Estaba todo muy rico, el personal bastante atento y el ambiente bien a pesar q nos tocó al lado de una mesa con dos señoras q estaban muy zumbadas y le dieron bastante guerra a los camareros y molestando a los q estábamos alrededor. Si vuelvo a Sevilla repetiría sin dudarlo.
La ensaladilla de gambas muy pobre de estas y fría, el pescado muy bueno. Muy caro. El camarero no se si se dio cuenta de que había una mujer y que también tenemos voz porque en todo momento se dirigió a mi marido. Habrían de aprender algunos hombres que estamos en el siglo XXI. El sitio estaba vacío.
Hoy hemos tomado tortilla de patatas, bacalao frito, pisto con huevo y carrillada. Los postres muy ricos. Todo tan bueno como siempre. La atención y profesionalidad de los camareros excelente.