Acogedor local con recetario asturiano. Gastronomía de Asturias en un íntimo restaurante de tonos pistacho, muebles de madera y cuadros en la pared.
Una buena relación calidad precio. Fuimos un día de partido y la ubicación es estupenda para ir luego a ver el partido. Comimos cecina, revuelto de setas y bonito en rollo. De postre tarta mil hojas de arroz con leche y natillas
Es un restaurante con un comedor no muy grande pero se mantienen bien las distancias con esto del Covid, ya fuimos varias veces y la verdad es que nos sentimos muy agusto, el trato del personal es intachable, son correctos, respetuosos a la vez que agradables y simpáticos. Normal mente vamos cuando nos apetece comer un buen pescado y de esta vez nos decidimos por la carne que estaba espectacular, la cocina funciona y muy bien, tienen buena materia prima y unas buenísimas elaboraciones RECOMENDABLE 100%
Después de una jornada de congreso, hacemos una reserva con mis 3 compañer@s en dicho restaurante y la verdad que bien hemos comido y pasado un gran rato! Desde que llegas un sitio acogedor, atención de primera, te dan recomendaciones de opciones del día o de platos por si deseas comer algo muy típico de Asturias! Desde la ensalada de pollo, las croquetas, el huevo revuelto con setas y la fabada asturiana todo ha estado súper bueno, grandes raciones. Muy recomendable!! Con ganas de volver si regreso a Gijon!
Nos sentamos en la terraza, y estuvimos bien agusto. Comida muy rica, precio razonable. Lástima que no tenían sidra de escanciar
Hacia mucho tiempo que no encontraba un sitio así. Orden, limpieza, amabilidad, profesionalidad. Muy buena jamón, espectacular el rollo de bonito, buenísimo cachos, eso si son croquetas. Yo recomiendo reservar,..
Completamente recomendable. Estuvimos cenando 3 amigos y todo inmejorable. El trato exquisito, se nota profesionalidad en el personal. Cenamos cecina, anchoas con queso y pimientos del piquillo, de plato principal lubina a la espalda, los postres caseros y la cantidad idónea. Calidad-Precio. Repetiremos seguro.
Lugar ideal. Pequeño pero amplio restaurante, situado al lado de un precioso parque, con zonas de aparcamiento gratuito cerca. Ambiente tranquilo y agradable. Espacio entre mesas. Decoración cuidada y armónica. Camareros muy atentos y amables. Comida exquisita a un precio razonable. Comí boletus a la plancha, fabes con centollo y arroz con leche. Los boletus parecían mantequilla. Las fabes en su punto, sabrosas y muy digestivas. El arroz con leche rico (quizás lo hubiera preferido más fluido/caldoso). Sin duda un lugar para repetir, totalmente recomendable.
Sábado de ayer pedimos un entrecot y chuletillas de lechazo para recoger y el entrecot estaba en mal estado mal olor y sabor por un borde más que por otro pero en realidad no se podía comer, por no hablar de la "casi ración" de chuletillas que contando los huesos eran 6 escasos, ya habíamos venido más veces pero menuda desilusión. Al llamarlo y decirlo el dueño seguía con su teoría de que no nos gustó y no, como le dije de que estaba mala, quiso arreglarlo pero ya es tarde ayer quedamos sin cenar y hoy le he traído la carne para que lo compruebe.