Restaurante perretxiCo

Cenamos allí en mesa por lo que pedimos platos en lugar de pinchos. El donut de cocido muy bueno, merece la pena. Las rabas muy buenas, pero lo mejor las croquetas de jamón. La ensaladilla también muy buena. Pedimos de postre la tarta de queso y también muy buena, tiene un sabor especial diferente a lo habitual. El servicio bien también.

Probé el menú degustación, toda una sinfonía de sabores para el paladar muy recomendable. El personal muy atento. Es preferible reservar con tiempo. Hay que comer aquí sí o sí si vas a estar unos días en Vitoria, seguro que volveré. Gran relación calidad-precio.

El restaurante es peculiar y la forma de servir tus platos también, te sorprenderá. Nosotros fuimos entre semana buscando un menú del día (18,50€, contenido llamativo y rico) pero creo que merece la pena ir más a carta o a otros menús que tienen. El personal muy amable

Buena materia prima en manos de una estupenda cocina. Local moderno y acogedor. Con la música un poco alta para mi gusto. Recomendable reservar si no quieres hacer una larga espera. Lo único que arreglaría es reflejar una carta de vinos ajustada a la realidad. Me refiero a la imposibilidad de pedir algunos vinos por copa, tal como aparece en la carta, pues el camarero nos dijo que eso era de la carta de Madrid. El donut hay que pedirlo, sin ninguna duda.

Típico y famoso restaurante para tapear de Vitoria, ha tenido varios premios por las tapas, son tapas muy elaboradas y que están muy ricas, no es muy barato pero la relación calidad precio está muy bien. A las horas puntas está muy lleno de gente y es complicado pedir o coger sitio tanto sentado como en barra, pero merece la pena esperar. Los camareros son muy agradables y te ayudan a la hora de pedir, además de indicarte como comer las tapas más innovadoras. Muy recomendable

Estupendo. Tanto para comer a la carta , menú. O como en este caso un buen bokata de jamón Bien merece la pena hacer un alto para degustar o tomar algo. En pleno centro de la ciudad A un paso de la plaza de la Virgen Blanca y pegado al parque de la Florida. Muy cerca de la estación de tren

Lugar muy agradable. Personal muy atento Gran variedad de pintxos en barra y preparación. Nos sorprendió la preparación del donuts de cocido con un pequeño consomé, sin duda buena recomendación.

Fuimos cuatro personas y pedimos dos entrantes para compartir: ensalada de burrata y patatas bravas, ambas muy ricas. De segundos, dos abanicos, un chipirón y risotto. Acertamos con todos los platos, buena cantidad y sabor muy cuidado. Sin lugar a dudas la guinda del pastel fue los postres: torrija y tarta de queso, auténticamente deliciosos, no sabría cuál elegir.