Restaurante Santa Belinda Aragonia

Un local amplio con una decoración moderna. La atención ha sido de 10 en todo momento, mucha amabilidad. Por poner una pega fue que tardaron mucho en atendernos y servirnos (nos dijeron que había un problema con la cocina, no sé si será puntual o no). En general la comida estaba buena, en especial la hamburguesa número 6. Posiblemente por la combinación de ingredientes y salsa barbacoa estaba espectacular. Eso sí, si no te gusta muy hecha pídela poco hecha, el nivel al que te la traen es como si fuese al punto. Vienen un nivel superior al que se pide. De entrantes pedimos patatas con cheddar y huevos rotos. Las patatas son abundantes y bañadas en quesos. Si que es cierto que no logré detectar el sabor dulce que tenían, algo raro. Los huevos rotos normales, nada que destacar, pero algo caros para la ración que daban. Mi amigo pidió un chuletón de vaca finlandesa y, aún estando muy bueno, me dice que no es tal como lo pintaban, que probó vaca rubia gallega y le estaba mejor. Eso no significa que este mala igualmente. El cachopo estaba sabroso y con un rebozado crujiente, quizá excesivo los 28€ que costaba. Que quizá sean ingredientes de primera, pero lo desconozco En general buena experiencia pero algo cara en algunos productos. PD: intenté subir la foto del menú que aparece en la entrada pero al subirse ha bajado la calidad de imagen.

Un restaurante con una decoración muy original situado en Aragonia. Los camareros muy atentos y eficaces. Fuimos por los caracoles a la brasa que nos encantan y los hacían muy bien, pero esta vez nos defraudó porque estaban muy hechos y tostados y muchos no se podían sacar ni comer. Se lo dijimos a la encargada y nos dijo que hay nuevos cocineros y se lo dirían para así mejorar y evitar que vuelva a pasar. Destacar por otro lado, el plato de virutas de foie con tostada, cebolla caramelizada y mermelada de pimientos rojos estaba riquísimo; y el chuletón del país también muy rico porque estaba en su punto y al sacarlo en plato caliente si te gusta un poco más hecho se acaba de hacer.

Local precioso estilo vanguardista. En cuanto a la atención, magnífica, muy amables y simpáticos. No me gustó que nos sentarán en una mesa pegada al cristal estando el local vacío, entiendo a nivel comercial la razón pero era un sitio feo para las mesas que tenía el restaurante. En cuanto a la comida, buenísima, calidad y sabor muy buena. En cuanto a precios, muy caro, 5€ por un entrante diminuto. El solomillo y la tarta de zanahoria súper recomendable. Otra cosa que destaco en contra es que no tenían el menú del día cuando en la web si estaba disponible ese día. Por lo demás genial, enhorabuena al trabajo del personal.

Nos ha gustado mucho, tanto en calidad, como en cantidad a un precio muy bueno teniendo en cuenta las dos anteriores. Además el sitio muy acogedor, con una decoración original, diferente pero genial. Estuvimos buscando para comer menú del día entre semana por los alrededores del centro comercial, cosa que no encontramos, por lo que decidimos mirar la restauración del interior. Ahí encontramos Santa Belinda y la verdad un gran acierto. Decir que hemos comido de menú por 19€ y, aunque en principio puede parecer bastante, hay que analizar los platos, como son, que tal son y lo que incluye, ya que así, a priori incluye postre y café, la coca cola es tamaño grande. Además también la zona en la que está, ya que en los alrededores solo encontramos para comer de carta y, en otras zonas de Zaragoza el café va a parte del menú. Es más recomendable y rentable comer de menú aunque parezca mucha cantidad, ya que cuando hablamos con la encargada para hacerla saber nuestra experiencia, nos dijo que hay opción de llevarte por ejemplo el segundo plato si no te lo comías(en este caso no lo necesitamos). De primero pedimos berenjenas con queso y miel, muy buenas. Por otro lado huevos rotos donde había bastante jamon y muy bueno, ademas los huevos fritos con yema perfecta. La ensalada de tomate rosa, calidad en el tomate. Luego pedimos las dos hamburguesas que había, que creo que pueden ser las mismas que hay en la carta y sinceramente ambas no tienen nada que envidiar a algunos sitios exclusivos de ellas. La carne muy buena, la rodaja de tomate natural perfecta, la lechuga, el queso, la cantidad de bacon, vamos en general perfecta ya que te viene también con patatas de verdad. Por poner alguna pega, la tarta de queso que venga acompañada de nata...pegaría más algún tipo de mermelada. Muy recomendable el sitio. Seguro volveremos la próxima vez.

Estaba todo muy bueno, me encantó el sitio tanto decoración como servicio. Fui un viernes y no les quedaban ni 2 chuletones ni 1 entrecot de la carta, lo cual fue una pena porque justo queríamos 1 de esos, pero pedimos otro distinto que también estaba muy bueno, lo demás todo genial.

Fuimos el sábado a comer y la experiencia fue muy buena. Como entrante, pedimos las virutas de foie, que fueron todo un acierto, las recomiendo encarecidamente. También pedimos la ensalada n°5 con miel y mostaza que, no estaba mala, pero no fue lo más destacable. Como platos principales, mis padres se pidieron el ternasco para compartir y les gustó bastante, dijeron que estaba tierno y jugoso. Yo me pedí el entrecot Santa Belinda de 350 gr y estaba espectacular, acompañado de unas patatas panadera que también estaban riquísimas. Además, lo pedí "vuelta y vuelta" y lo cumplieron. Las cantidades también están bien. Si sois de buen comer (como yo) tendréis hueco para el postre (aunque no me lo terminé) y podéis pediros la tarta de chocolate, que no está nada mal. El servicio es muy bueno, destaco especialmente el de Victoria, pues nos atendió de una manera muy atenta, acogedora y simpática. Para terminar, señalo dos únicos puntos negativos: -La decoración, muy recargada y algo hortera para mi gusto. -El precio, un poco elevado, en especial el de algunas carnes. En resumen, es un restaurante ideal para una ocasión especial.

Un sitio con buena decoración, trato correcto, pero si quieres comer carne no es el sitio correcto. La calidad de la carne esta bien, pero no saben tratarla. No puedes hacer un chuleton sin una brasa correcta. Se cuece. Tuvimos que devolver el chuletón frío, y cuando lo trajeron de nuevo estaba seco. Una experiencia, pero para no volver

Un restaurante muy bonito y decorado. Fuimos a cenar y decidimos probar el cachopo, de jamón y queso, estaba buenísimo pero 28€ me pareció caro para lo pequeño que era. Por otro lado pedimos huevos rotos con foie y también me pareció escasa la ración.